Ago 15, 2019 08:09 UTC

ParsToday- En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados amigos de la voz exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados “Violación de los derechos humanos en el Occidente, desde la ilusión hasta la realidad”. En la edición de hoy estudiamos la política de la separación de los niños migrantes de sus padres en las fronteras de EEUU.

Las autoridades de EEUU aún están separando a los niños de sus padres migrantes en las fronteras del sur del país, una separación que causará serios daños espirituales y psicológicos a los menores. Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes de EEUU, el 12 de julio del 2019, ha celebrado algunas reuniones para estudiar la política de la separación de niños de sus padres migrantes.
 
Las entrevistas del Observatorio de los Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en ingles) y el análisis de los casos presentados a las cortes  han mostrado que existe una continua separación de niños de sus padres e incluso de sus familiares, esto significa que estos niños incluso han sido privados de la supervisión y cuidado de sus abuelos, sus tíos o sus mayores hermanos a pesar de que, generalmente, estas personas muestran documentos vinculados a su custodia o el permisos escritos de los padres. En algunos casos que han estudiado HRW vemos que incluso aquellos niños que tienen menos de 5 años de edad son ingresados a centros de cuidado de la guardia fronteriza solos sin alguna persona mayor responsable.
 
Michael García Bochenek, consejero de alto rango de los derechos de los niños en el Observatorio de los Derechos Humanos, anunció que las audiencias en el Congreso son el primer paso para dar cuenta de los enormes daños ocasionados a niñas y niños y a sus familias en las celdas de detención en la frontera, y de abordar esos perjuicios. Y agregó que las autoridades del área de inmigración deberían aprovechar esta oportunidad para reconocer estas graves situaciones y anunciar que se pondrá fin, de manera inmediata, a la separación de las familias.
 
Human Rights Watch entrevistó a 28 niños y adultos y revisó otras 55 declaraciones juradas presentadas ante tribunales de niños y adultos que habían permanecido en celdas de detención en la frontera de Texas entre el 10 y el 20 de junio de 2019. El Observatorio identificó 22 casos en los cuales uno o más niños o niñas manifestaron haber sido separados por la fuerza de un familiar, habitualmente en las primeras horas después de haber sido aprehendidos. Tres abogados de esta organización pro derechos humanos participaron en los equipos que recopilaron estas declaraciones, a fin de asegurarse de que las condiciones cumplieran con un acuerdo de conciliación. El acuerdo establece los estándares para las condiciones en que se mantiene a los niños y las niñas migrantes.
 
Es interesante saber que ninguna ley ni reglamentación federal exige que los niños y las niñas sean separados, en forma sistemática, de los miembros de su familia extendida al ser aprehendidos en la frontera, y tampoco existe obligación de separar a los menores de sus padres, salvo que el padre o la madre represente una amenaza para el niño o la niña. Se exige que los funcionarios fronterizos de Estados Unidos identifiquen a los niños y las niñas que son víctimas de trata de personas -por ejemplo, a los niños y las niñas que son transportados para ser explotados- y que tomen medidas para protegerlos. No obstante, todos los casos de separación familiar que analizó Human Rights Watch implicaban a niños que viajaban con familiares para solicitar asilo, o para reunirse con otros familiares, o para ambos fines, sin indicación de que fueran víctimas de trata.. 
 
 
En junio de 2018, el gobierno de Trump anunció el fin de la política de separación familiar forzada del gobierno, ante el fuerte repudio público después de que trascendieran imágenes de niños y niñas en jaulas, se filtraran grabaciones de agentes fronterizos que se burlaban de niños y niñas que lloraban, y se difundieran otras noticias sobre el alcance y el impacto de la política del gobierno.
 
Los casos que analizó Human Rights Watch demuestran que continúa la separación familiar forzada. En el caso de otros familiares que no son los padres, la separación forzada parece ser una práctica de rutina. Para muchos niños y niñas, la separación de familiares que se han desempeñado como cuidadores primarios puede resultar tan traumática como la separación del padre o de la madre.
 
 
Entre julio de 2018 y febrero de 2019, funcionarios fronterizos estadounidenses separaron al menos a 200 niños y niñas de sus padres y madres. A menudo no podían señalar un motivo claro para justificar la separación, tal como se determinó a través de un estudio del New York Times; en algunos casos, los agentes separaron a las familias a causa de condenas leves o muy antiguas.
 
 
Las autoridades de inmigración nunca revelaron el número de familiares -que no fueran el padre o la madre- que habían sido separados forzosamente de sus hijos e hijas en la frontera.
 
Entre el julio del 2018 y el febrero del 2019, las autoridades fronterizas de EEUU han separado al menos, 200 niños de sus padres. Según un nuevo estudio en Nueva York Times, en la mayoría de los casos, las autoridades fronterizas no han podido entregar un motivo claro para la separación. En algunos casos, los agentes separaron a los niños de sus familias por sus pocas condenas penales o muy antiguas. Esto es mientras que hasta el momento, las autoridades de la emigración nunca han revelado el número exacto de aquellas familias que han perdido a sus niños en la frontera.
 
La separación obligatoria conlleva unos daños espirituales irrecompensables para los niños y mayores. En unas entrevistas realizadas por la Organización observadora de los derechos humanos, los niños separados de sus padres han explicado sobre sus temores y preocupaciones en aquellos días que se había separado obligatoriamente de sus padres.  
 
 
En un informe gubernamental publicado en enero de 2019, se señaló que "miles" de niños más habían sido separados forzosamente de sus padres, y desde mucho antes de lo que el gobierno había reconocido antes. Un borrador de un documento de política que se filtró confirmó que funcionarios del gobierno estaban discutiendo una política de separación familiar desde fines de 2017.
 
 
El gobierno ha reconocido que las separaciones familiares forzosas continuaron después del decreto ejecutivo. En una presentación judicial de febrero de este año, se informaron al menos 245 separaciones ocurridas entre el 26 de junio de 2018 y el 5 de febrero de 2019. Para fines de mayo, el número había crecido a 700, según el informe de ACLU. En algunos casos, estas separaciones habían sido ocasionadas por faltas menores y no violentas: una condena por robo sin violencia 20 años antes en un caso, y posesión de una pequeña cantidad de marihuana en otro, según casos analizados por el New York Times. En la mayoría de estos casos, no se indicaron de manera específica los motivos de la separación.
 
En mayo de 2018, el entonces Fiscal General Jeff Sessions anunció una política de "tolerancia cero" conforme a la cual los padres y las madres -incluidos los que solicitaran asilo- serían procesados penalmente por ingresar de manera ilegal al país, y sus hijos e hijas separados por la fuerza de la custodia de sus padres o madres y reclasificados como "no acompañados". En ese mes, el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, manifestó en la radio pública nacional: "A los niños y niñas se los cuidará, se los dará en guarda o lo que sea".
 
En un informe gubernamental publicado en enero de 2019, se señaló que "miles" de niños más habían sido separados forzosamente de sus padres, y desde mucho antes de lo que el gobierno había reconocido antes. Un borrador de un documento de política que se filtró confirmó que funcionarios del gobierno estaban discutiendo una política de separación familiar desde fines de 2017.
 
 
El gobierno ha reconocido que las separaciones familiares forzosas continuaron después del decreto ejecutivo. En una presentación judicial de febrero de este año, se informaron al menos 245 separaciones ocurridas entre el 26 de junio de 2018 y el 5 de febrero de 2019. Para fines de mayo, el número había crecido a 700, según el informe de ACLU. En algunos casos, estas separaciones habían sido ocasionadas por faltas menores y no violentas: una condena por robo sin violencia 20 años antes en un caso, y posesión de una pequeña cantidad de marihuana en otro, según casos analizados por el New York Times. En la mayoría de estos casos, no se indicaron de manera específica los motivos de la separación.
 
 
Estas cifras no incluyen la cantidad de niños y niñas que fueron separados forzosamente de familiares que no son sus padres o madres.
 
La separación familiar causa perjuicios graves y duraderos. Como lo ha señalado la Academia de Pediatría: "las experiencias sumamente estresantes, como la separación familiar, pueden causar daños irreparables, alterar la estructura mental de un niño y afectar su salud en el corto y el largo plazo. Este tipo de exposición prolongada a estrés profundo, conocido como estrés tóxico, en el caso de los niños puede tener consecuencias para toda la vida.
 
Este tipo de estrés hace que los niños sean susceptibles a condiciones agudas y crónicas, como ansiedad extrema, depresión, trastorno por estrés postraumático, hipertensión y enfermedades cardíacas", escribieron dos pediatras el año pasado en la publicación Houston Chronicle.
 
P/MK/NL

 

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