Ago 29, 2019 08:05 UTC

ParsToday – Queridos amigos, estamos a su servicio con la quinta y última parte de este espacio, en la que les vamos a hablar de la posición de Irán en el plan chino de la Ruta de la Seda y los corredores de tránsito de la región. Les invitamos a acompañarnos hasta el fin del programa.

Durante siglos consecutivos, Irán ha sido una parte muy importante de la histórica Ruta de la Seda. China e Irán mantienen vínculos históricos y arraigados. Además, la política de correlación de fuerzas en el sistema internacional, en referencia a la “rivalidad entre el Este y el Oeste”, por un lado, y la penetración geoestratégica en las zonas lejanas del acceso terrestre, es decir el Golfo Pérsico, por el otro, han convertido a Irán en uno de los focos de atención de China. Entre los países ubicados en la nueva Ruta de la Seda, promovida por China, Irán es uno de los países que gracias a su ventaja geopolítica es capaz de desempeñar un papel positivo y constructivo en el desarrollo de las comunicaciones y los lazos entre los países asiáticos. Aunque con el declive relativo de la antigua Ruta de la Seda, muchos de los Estados situados en la misma han sido marginados. Irán ha seguido jugando su importante rol geopolítico y constituye el eje central en el cinturón económico de la Ruta de la Seda que promueve China.
 
 
 
Considerando las ventajas como ser la ruta más corta hacia Europa, Irán puede desempeñar un papel significativo en el transporte de bienes una vez reactivada la citada ruta. La desintegración de la Unión Soviética y, tras ello, la independencia que obtuvieron los países centroasiáticos, han reforzado la posición de Irán en la reactivación de la Ruta de la Seda. La importancia de tal posición se debe al hecho de que Asia Central y el Cáucaso no tienen salida al mar y el planteamiento de Irán como la única opción disponible para los países de esta zona para tener acceso al Golfo Pérsico y las aguas libres. La ubicación geográfica del país persa le ha concedido una importancia especial en términos de desplazamiento de mercancías y el paso de oleoductos y gasoductos en la economía global.  Aprovechando esta ventaja, Irán puede ofrecer muchos beneficios a los países ubicados en la iniciativa china de la Ruta de la seda.
 
La cooperación entre Irán y China y las actividades de las compañías del gigante asiático en distintos sectores, en los mercados comerciales y de producción han aumentado tanto que han convertido a China en el mayor socio comercial de la nación persa. Irán es el tercer abastecedor de crudo de China. El comercio entre ambas partes ha ido aumentando desde el año 2000, de manera que en 2014 se elevó a 52 mil millones de dólares, lo que arroja un aumento de 12 mil millones de dólares con respecto al año anterior. Se prevé que el intercambio comercial entre Pekín y Teherán alcance los 60 mil millones de dólares en 2019, lo que abonará el terreno para la cooperación estratégica entre los dos países en la reactivación de la Ruta de la Seda.
 
Pero pese a que las autoridades chinas reafirman la importancia de la posición de Irán en el plan de la Ruta de la Sed, la posición poco clara de Teherán en el documento chino de la Ruta de la Seda ha dado lugar a muchas dudas sobre el éxito de esta iniciativa.  El nombre de Irán no se menciona en el texto del denominado documento “Visión y Acciones en la Construcción Conjunta del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI”, publicado en mazo de 2015 por la Comisión de Reforma y Desarrollo Nacional, afiliada a la Cancillería china. En la página 3 de dicho documento se lee: “el cinturón económico de la Ruta de la Seda está enfocado en la integración de China, Asia Central, Rusia y Europa y en la conexión de China con el Golfo Pérsico y el mar Mediterráneo a través de Asia Central y Asia Occidental y con el sudeste asiático, el sur asiático y el océano Índico”.  Aun así, no se menciona a Irán a la hora de exponer las citadas rutas y terrestres marítimas, lo que ha generado dudas.
 
La presencia iraní en la iniciativa china aumentaría el rendimiento económico de la misma, por lo que es importante que los funcionarios chinos tomen en cuenta este asunto más que nunca. Pese a que Estados Unidos quiere que se remueva a Irán de los planes destinados a reactivar la Ruta de la Seda, basándose en los crecimientos geopolíticos y criterios económicos, no se puede ignorar el papel de Irán en la conexión de distintos lados de la iniciativa china de la Ruta de la Seda.
 
La ubicación geográfica única de Irán es adecuada no solo para la iniciativa de la nueva Ruta de la Seda sino también para otros proyectos de tránsito, lo que permite a Irán que en caso de la prolongación de las fases operacionales de la iniciativa china o la desatención del papel persa en la misma, priorice otros planes de tránsito. Por ejemplo, sobresalen mucho las características únicas de Irán en el Corredor de Transporte Norte- Sur (NSTC, siglas en inglés).
 
Además de Irán, también Rusia y La India son los dos lados principales del citado corredor que, en comparación con el canal de Suez, reduce a 20 días el tiempo del traslado de bienes desde Bombay a Moscú. La estimada capacidad de esta Ruta es el intercambio de bienes por 20 millones hasta 30 millones de toneladas de mercancías al año.
 
Además del proyecto chino de la Ruta de la Seda y el Corredor Norte-Sur, de los que Irán constituye el eje central, Teherán se encuentra ejecutando proyectos destinados a completar y extender sus vías de comunicación con los países de la región.  Uno de ellos es el del ferrocarril Chahbahar-Sarakhs, que va del sudeste de Irán, es decir del puerto oceánico de Chahbahar a Sarakhs en el noreste del país en la frontera con Turkmenistán conectando Asia Central a las aguas del océano Índico.  En medio de esta ruta, el ferrocarril Khoaf- Herat conecta a Afganistán al océano Índico. La India y Afganistán están interesados en la construcción de este corredor que puede Servir de vía meridional de la Ruta de la Seda hacia el mar. Además, Irán participa activamente en otros dos proyectos de tránsito. Uno de ellos es la reconstrucción del ferrocarril Taftan-Quetta (en Paquistán) para conectar la red ferroviaria de ambos países que une Asia a Europa.  Otro es el proyecto que conecta por ferrocarril a Irán con la Republica de Azerbaiyán mediante la vía férrea Qazvin-Rasht-Anzali-Astara, cuyas obras están en marcha. Una vez terminado este proyecto, Irán podrá comunicarse con Rusia también por ferrocarril.
 
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente dicho, se puede decir que Irán posee una posición de eje como un cruce histórico en todas las iniciativas de tránsito regionales y extraregionales, las cuales se promueven con el objetivo de conectar Asia, Europa y el Golfo Pérsico. Y los enfoques políticos de ciertos países no pueden dejar un impacto negativo en esta ventaja económica y geopolítica de la nación persa. Queridos oyentes ésta fue la última parte del espacio “Irán, eje histórico de la diplomacia de la Ruta de la Seda”. Si han seguido nuestros programas anteriores, seguramente coinciden con nosotros en que es único el papel de Irán en la reactivación de la nueva Ruta de la Seda, propuesta por China, así como los demás planes de tránsito, orientados a establecer conexión entre Asia Central, el Cáucaso, el sur asiático y Asia Occidental, las costas del Golfo Pérsico y Europa. Nadie puede negar la posición de Irán en las iniciativas de tránsito de la región debido a su especial ubicación geopolítica, estabilidad, seguridad, posición histórica, influencia civilizacional y cultural y por poseer recursos ricos en la energía y una joven fuerza laboral. Esperamos que este espacio les haya gustado y nos despedimos de todos ustedes.
 
 
 
P/FE/RH
 
 

 

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