Sep 02, 2019 07:49 UTC

ParsToday - Uno de los temas que en las últimas décadas siempre ha sido blanco de la propaganda de los medios occidentales es la libertad de la mujer y la igualdad de género en el mundo occidental.

En la coyuntura actual, los países occidentales han utilizado la libertad femenina como un arma para presionar a ciertos países, particularmente los islámicos, mientras que las pruebas y la información difundida apuntan a que las mujeres occidentales en la actualidad enfrentan discriminaciones, acosos y muchas desigualdades en sus respectivas sociedades. En este nuevo espacio que empezamos ahora abordaremos la verdadera posición de la mujer en las sociedades occidentales, basándonos en pruebas e información divulgada. En la primera parte de este espacio, analizaremos el fenómeno del feminismo y sus repercusiones para la mujer en el mundo occidental.
 
 
Un repaso a las pruebas históricas indica que el estado de los derechos de la mujer occidental era malo en la Edad Media e incluso durante la época del Renacimiento; ella era objeto de todo tipo de opresiones. A las mujeres no les daba voz en el matrimonio, la educación, la votación, las decisiones sociales e incluso estaban privadas del derecho a la propiedad. Incluso durante la época de la Ilustración occidental, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada en 1789 en la Asamblea Nacional de Francia, tampoco se hizo mención a los derechos de la mujer y/o su igualdad con el sexo masculino. Tras el crecimiento intelectual y social, las mujeres occidentales comenzaron a reclamar sus derechos perdidos para que como un ser humano disfrutaran de sus derechos naturales.  Fue entonces cuando se configuraron movimientos de defensa de los derechos de la mujer, que se conocerían como movimientos feministas. Acontecimientos que se cimentaron en los fundamentos filosóficos del Occidente, basados en principios tales como el humanismo, el secularismo y el individualismo.
 
 
Con base en esos fundamentos filosóficos, las mujeres occidentales lanzaron movimientos para alcanzar derechos iguales que los de los hombres. Si bien las mujeres luchaban por lograr libertad e igualdad, también mantenían diferencias entre sí, con lo cual los movimientos feministas se dividieron en distintos grupos. El feminismo liberal, que es uno de los más antiguos y más grandes movimientos feministas, cree en la igualdad de los derechos de ambos sexos modificando las leyes y la estructura política y social. Los defensores del feminismo liberal sostienen que hay que hacer diferentes planificaciones en el sector literario para eliminar términos machistas y mantener la independencia individual de la mujer, considerándola más importante que las tradiciones e instituciones sociales. Este grupo, aunque critica mucho la estructura de la familia, pide que se mantenga. Pero el feminismo marxista se opone duramente a la formación de la familia en la sociedad; reemplaza la labor de la mujer en el hogar por los restaurantes y las guarderías, para permitirle participar libremente en las escenas públicas.
 
 
Los partidarios del feminismo radical van más allá, ya que creen que el matrimonio es un instrumento muy peligroso creado por los hombres para encadenar a las mujeres. Afirman que para preservar la generación, el método tradicional de la reproducción sexual debe cambiar, y se debe recurrir a métodos como la fertilización artificial para liberar a la mujer de problemas como embarazo y parto. Los socialfeministas atribuyen parte de la inferioridad de la mujer al machismo y, otra parte, a la economía y el capitalismo. Ellos consideran inevitable la lucha de clases en pro de la libertad de las mujeres. Finalmente, los feministas ultramodernos sostienen que la inferioridad de la mujer responde a factores como la cultura, la religión y la geografía, los cuales hay que detectar a través de análisis local.
 
 
Con tales movimientos, aunque las mujeres en el mundo occidental imaginan que lo que han ganado es muy espectacular, la pregunta que surge es en qué posición se encuentran ellas; si está preservada su dignidad humana; si han alcanzado la calma o bien están sufriendo. En respuesta, hay que decir que el resultado de la libertad de la mujer en el Occidente tras una larga lucha consiste en el derecho al voto, al aborto y al divorcio; independencia financiera; libertad sexual; su amplia presencia en la política, la sociedad y la economía; la desintegración de la familia; el aumento de divorcios, creación de sentimiento de pugnacidad entre ambos sexos; propagación de homosexualidad  y finalmente la instrumentalización de la mujer al servicio de los intereses al capitalismo.
 
 
A juzgar por investigadores sociales, aun cuando el movimiento feminista se forjó en estas sociedades para revitalizar los derechos de la mujer, incluida la creación de puestos de trabajo, las evidencias disponibles demuestran que es ellas enfrentan mucho el acoso sexual y la violencia en el ámbito laboral. Por ejemplo, en un estudio sobre 1236 mujeres en Londres, quedó claro que, de cada seis mujeres, una ha sido violada, y de las cinco restantes, una luchó para no ser violada. La escritora estadounidense Marilyn French, en su libro “La Guerra contra las Mujeres”, expresa amargas realidades sobre las féminas de su país. En una parte de su libro, escribe: “Todos los hombres, en cualquier categoría laboral que estén, incluso si algunos de ellos no participan activamente y solo son espectadores, son cómplices en el acoso sexual hacia colegas mujeres”.
 
 
Como admiten los propios feministas y críticos del feminismo en el Occidente, si bien las mujeres han logrado la libertad en algunos casos, les han alejado de su naturaleza, con lo cual han perdido su identidad, lo que ha provocado desasosiego en ellas. La Dra. Toni Grant, crítica del feminismo, dice: “Hoy en día parece ser que la mujer en el Occidente solo ha alcanzado la independencia, pero en términos afectivos se siente más necesitada, más insegura y más desesperada que sus madres y abuelas, lo que es una amarga realidad en el mundo occidental”.
 
 
El feminismo data de hace casi un siglo. Este movimiento fue tan generalizado que después de algunos años, todos los mandamientos feministas influyeron en la legislación y documentos internacionales. El feminismo fue una reacción ante las discriminaciones inhumanas en el Occidente. Un movimiento que fue creado con mucha precipitación en Europa para reclamar los derechos pisoteados de la mujer. Los sentimientos no dieron al público la oportunidad de pronunciarse al respecto. Por eso, este movimiento liberó a la mujer de una serie de desdichas dándole muchos derechos y abriéndole las puertas cerradas, pero en cambio, generó muchas otras desdichas para la propia mujer y la sociedad humana. Lo seguro es que si no se actuara con precipitación, los derechos de la mujer se reivindicarían de una forma mejor. Esto ocurre, mientras el Profeta del Islam (saludos de Dios a él y a sus descendientes), de hecho, fue un revitalizador de los derechos de la mujer en el mundo y fue la primera persona que buscó de manera activa y no pasiva reformar los derechos de la mujer y su posición social.
 
 
 
P/FE/NL