Fenómeno de migración, visto por los artistas (2)
Sep 12, 2019 08:05 UTC
ParsToday – Muy probablemente cuando usted busca la palabra “migración” en Internet, enfrenta muchos portales que afirman poder presentarles los países con menos requisitos para migración o residencia.
El creciente aumento de las comunicaciones y la información de los gobiernos y de otras fuentes oficiales, aunque ha contribuido a que en esta época la migración sea más fácil, los sistemas oficiales siguen sin expresar toda la realidad. Muchos de los estudios sociales insisten en que, para conocer mejor un fenómeno social, uno no puede limitarse a las estadísticas e incluso los escritos y libros históricos y sociales, sino que hay que fijarse también en las obras artísticas como un factor importante. En la mayoría de los periodos históricos, estas obras expresan y son producto de las condiciones de una sociedad y pueden influir mucho en nuestra evaluación de los fenómenos sociales.
La migración y su imagen en el séptimo arte es uno de los temas atractivos que, como uno de los importantes temas de investigación, se toma en cuenta al examinar las causas de la migración y el destino de los migrantes en distintas partes del mundo. Casi desde las primeras décadas de la invención del cine, los cineastas se han fijado en este asunto y han producido obras cinematográficas sobre la migración y los migrantes, algunas de las cuales fueron mencionadas en nuestro programa anterior. A continuación, vamos a aludir a algunas otras con el tema de la migración.
A los políticos estadounidenses, así como al pueblo de ese país les gustan llamarse a sí mismo la “nación de migrantes”, donde la familia de cada quien decidió desplazarse allá en busca de la libertad o una vida mejor. Empero, pese a que la realidad del legado de migrantes norteamericanos es más complicada que una leyenda, se sigue considerando una realidad fundamental en la historia de ese país. Es imposible comprender la situación actual de Estados Unidos sin saber a quién se le prohibió entrar, a quién se le permitió entrar y cómo se trató a los que pudieron entrar, en el momento de su ingreso.
Es interesante saber que las raíces de la formación de Hollywood hay que buscarlas en la historia de migración. Los judíos, que en su mayoría pasaron su infancia en familias pobres y vivían en barrios humiles judíos de Alemania, Polonia, Hungría y Rusia, emigraron de Europa Oriental a Estados Unidos a finales del siglo XIX, con el objeto de mejorar la situación de su vida y obtener mayor ingreso.
En un principio, EE.UU. no trató bien a los migrantes judíos, que no podían elegir libremente cualquier empleo o vivir en el lugar que querían. Los judíos migrantes vivían en guetos de Nueva York y Chicago, donde dominaba la ley de la jungla, con altos niveles de crueldad y violencia. Por consiguiente, aprendieron bien cómo vivir bajo condiciones difíciles y ganar dinero de cualquier forma posible.
Los migrantes no dejaban de cambiar de empleo, hasta que el destino o las manos ocultas entre bastidores los empujaron hacia la balbuceante industria cinematográfica y el manejo de salas de cine, la mayoría de las cuales se ubicaban en barrios pobres, abandonados y oscuros que presentaban buenas condiciones para la actividad canalla. Por eso, las familias preferían elegir otra diversión, y los ricos y la clase aristócrata iban a ver teatro.
En aquel entonces, el regentar salas de cine no era un empleo honorable, por lo que se creó un ambiente adecuado para la presencia de los judíos migrantes. Por experiencia obtenida en sus empleos anteriores, los mismos conocían bien el gusto de la gente y hacían todo lo que podían para traerlos a las salas de cine: desde pintar las mismas hasta el uso de la luz y decoración apropiada o el tocar en vivo música y la presencia de actores famosos del teatro, todo lo cual hacía agradable el ambiente interno de las salas para la audiencia. De esta forma, aumentó el ingreso de las salas de cine, lo que introdujo a los judíos en la escena costosa de la producción de películas.
Posteriormente, los judíos del cine, bajo presión judicial, iniciaron otra migración, y esta vez de las costas orientales fueron al litoral occidental de Estados Unidos, es decir California, una tierra de cuatro estaciones que era muy buena para la producción de películas. Ellos establecieron muchos grandes estudios cinematográficos, y este conjunto creó Hollywood.
En el programa anterior, dijimos que Charlie Chaplin fue uno de los migrantes que se enfocó en el tema de migración en algunas de sus obras, y tenía una mirada crítica hacia la sociedad estadounidense. Elia Kazan es otro cineasta migrante que tiene una visión especial hacia el tema de migración. Kazan es considerado como una de las personalidades más destacadas de la cultura norteamericana en las décadas de mediados del siglo XX. Nació en Estambul, Turquía, en 1909 y llegó a Nueva York en 1913. En la década de los 40, Kazan dirigió varias películas detectando sus capacidades para elegir a actores adecuados para ellas.
Kazan realizó la película “América, América” en 1963 con base en la vida de su tío y su migración de Anatolia en Turquía a EE.UU. y con la participación de actores desconocidos. Esta película, que tiene diferencias básicas con las otras obras de Kazan, es una de las mejores películas que ha reconstruido la conocida imagen de migrantes sentados en la cubierta del buque, que llegan la isla de Alice en Nueva York.
En esa obra, Kazan revela otra parte de las realidades de la sociedad estadounidense. Su realismo al escribir el libro” América, América” y realizar una película basándose en esta obra, es digno de alabar y ha contribuido a que pudiera lanzar serias críticas contra el estilo de vida norteamericana. El personaje principal de esta película es un joven que al obtener experiencias de la vida en Estados Unidos, consigue también un nuevo conocimiento de su tierra materna.
A diferencia de EE.UU., Europa, tras la Segunda Guerra Mundial, recibió considerablemente a migrantes. Pero en las últimas tres décadas y tras la avalancha de migrantes desde África, Asia y los Balcanes, ha emprendido una política más severa.
En las últimas décadas, la migración a Europa, además de acaparar la portada de los periódicos, también ha sido tema de algunas películas de cine. Por ejemplo, la película Mediterránea (2015), de Jonas Carpignano, es un drama triste sobre los migrantes africanos en Italia. El film relata la historia de un padre soltero llamado Ayiva que no tiene ninguna posibilidad para ganarse la vida, él y su hija. Ayiva, con su amigo Abas, sufre muchas dificultades y riesgos para cruzar el gran desierto de África y el mar Mediterráneo para llegar a una vida que es muy diferente con la que se imaginaba.
Koudous Seihon, es el actor que interpreta el papel principal: un migrante de Burkina Faso. Su presencia fascinante en la película mueve muy bien hacia adelante la historia. Las escenas de la película, como si hubieran sido rodadas con la cámara en mano, muestran la confusión en la vida de los personajes en un país extranjero que no los acoge bien.
El director no dice al destinatario qué pasa en la mente de los personajes, pero retrata algunos detalles de la vida cotidiana y los aspectos humanos de su vida, que hoy están marginados en la sociedad. Mediterránea es una imagen honesta de los hombres que buscan una vida mejor y su dignidad humana. Una búsqueda que tampoco llega a un resultado con la migración a Europa.
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