Ene 06, 2020 15:07 UTC

ParsToday - En 2015, la Academia Británica de Diálogo Estratégico realizó un estudio que demostró que el número de las mujeres reclutadas en el grupo terrorista (EIIL (Daesh, en árabe) era 550, la mayoría de ellas de nacionalidad europea y occidental.

Personas como Hayat Boumeddiene (esposa de Amedy Coulibaly, el secuestrador de un supermercado en París en enero de 2015) en Francia y otros cientos de mujeres occidentales viajaron desde Europa y EE.UU. a Oriente Medio una vez atraídas por Daesh por muchas razones. Hoy en día,  tal tendencia ha planteado en la mente de muchos políticos y sociólogos la pregunta de cómo es que muchachas con educación y cultura occidentales y, pese a la amplia islamofobia en las sociedades occidentales, son atraídas por dicho grupo terrorista, dando la espalda a sus familias y yendo a un destino desconocido. Con la promesa de recibir ¿qué recompensa se unen al EIIL?  Queridos oyentes, en la décimonovena parte del espacio semanal “Posición de la mujer en el Occidente”, les vamos a hablar de este tema. Quédense con nosotros.
 
Daesh es el nombre de un grupo terrorista y extremista que, siguiendo pensamientos salafista-takfiríes, ha cometido horribles crímenes en los últimos años en Irak y Siria. Este grupo fue fundado por Abu Bakr al-Baghdadi, un elemento salafista desvinculado de la red Al Qaeda, y entró en guerra contra los gobiernos iraquí y sirio. Finalmente, el EIIL fue desmantelado en Irak y Siria. Sin embargo, está tratando de mantener el control de algunas áreas reclutando a nuevos militantes.
 
Informes regionales e internacionales indican que Daesh está utilizando también a mujeres para compensar escasez de fuerzas. Aproximadamente un tercio de las fuerzas del EIIL eran mujeres, capacitadas militarmente para participar en operaciones terroristas. El periódico Al-Sharq Al-Awsat informó el 24 de abril de 2017 que la tasa de participación de mujeres y chicas adolescentes en este grupo superaba el 55% del total de sus elementos y lo que da mucho que pensar es que muchas de ellas se incorporaron al EIIL provenientes de países occidentales.
 
Según la Oficina Europea de Policía (Europol), más del 40 por ciento de las mujeres occidentales que se unieron a Daesh, eran de Holanda, y el 20 por ciento, de Alemania y Finlandia. Este informe añadió que las mujeres francesas representan un tercio de mujeres que se sumaron al EIIL. El reporte indicó que el número de mujeres occidentales que se integraron en esta agrupación terrorista estaba aumentando de manera considerable. Después de identificar e interrogar a un gran número de estas mujeres que querían unirse a grupos armados, la Policía declaró que ellas estaban completamente listas y eran aptas para llevar a cabo operaciones terroristas y atentados con bomba en todo el mundo, especialmente en Francia. Entre las mujeres detenidas había muchas niñas menores de 16 años.
 
La tendencia de las mujeres occidentales a unirse al EIIL planteó en la mente de mucha gente en todo el mundo la pregunta de por qué y con qué motivo ellas se ofrecen voluntarias para unirse a un grupo que no solo humilla a las féminas sino que es el más radical que todos sus correligionarios en lo que se refiere al totalitarismo, el fanatismo y el extremismo. Una mujer que quiere ser una madre compasiva y protectora de la familia ¿cómo puede unirse a Daesh? ¿Qué buscan las mujeres occidentales que se incorporan al mismo? ¿Cómo es que una mujer que disfruta de derechos democráticos e iguales en su país, se une o apoya a un grupo que busca reprimir a las mujeres?
 
Para los expertos, hay muchas las razones por las que las mujeres se unieron al EIIL. La psicóloga alemana Susanne Schröter escribe al respecto: "La inclinación de mujeres hacia el EIIL es resultado de su imaginación romántica; buscan una vida romántica e inaudita". Raffaello Pantucci, director de estudios de seguridad internacional en el Royal United Services Institute en Londres, dice que el objetivo de las mujeres para sumarse a las organizaciones takfiríes es que creen que así ellas pueden ser efectivas: "Se consideran a sí mismas como parte de un movimiento social; se dedican a sí mismas a este grupo y realmente creen en sus metas y aspiraciones".
 
Ross Frenett es un investigador que ha examinado personalmente la vida y las declaraciones de 12 mujeres. Seis de ellas son británicas, dos holandesas, una canadiense y dos austriacas. En su investigación, concluyó que los motivos de estas mujeres no eran diferentes de los de los 2,500 hombres que se unieron al EIIL provenientes de países occidentales. Frenett dice: “Uno de los motivos más importantes de todas las víctimas de los pensamientos desviacionistas de Daesh es el de tratar de alcanzar seguridad e inmunidad y, desde luego, obtener identidad”. Desafortunadamente, debido a la falta de una antropología coherente en el Occidente, el personaje de la fémina, al igual que la filosofía en el mundo occidental, ha sufrido muchos altibajos, y la sociedad occidental nunca ha podido devolverle su verdadera posición. Las sociedades occidentales, pese a que pueden ofrecer a sus pueblos muchos servicios sociales y bienes de consumo, no pueden dar sentido a su vida, ya sean musulmanes o no. Una generación de jóvenes musulmanes europeos dejó su vida relativamente fácil en Malmö, Marsella y Manchester y se dirigió a los campos de batalla en Siria e Irak, ya que Europa ha quedado vacía de valores por los que se pueda vivir o morir, y esta falta de identidad llevó a muchos jóvenes a unirse al grupo terrorista EIIL.
 
 Richardson, un experto estadounidense, confirmó lo anterior escribiendo lo siguiente en el semanario Newsweek: "Dediqué mucho tiempo a investigar las actividades de la red social de mujeres occidentales de habla inglesa partidarias del EIIL. Me di cuenta de que muchas de ellas se incorporaron a este grupo por voluntad propia, ya que Daesh, a diferencia de las democracias seculares y liberales en las que viven, refleja sus creencias éticas y políticas. Ellas, por varias razones, no quieren vivir en el Occidente y no quieren la libertad y el feminismo occidentales”. Lo que llama la atención es que estos jóvenes sufren la falta de identidad en las sociedades occidentales, pero muchos de ellos también han sufrido desvío al interpretar sus creencias religiosas.
 
La revista Foreign Policy publicó un informe de Simon Cottee examinando las razones de la incorporación de algunas chicas europeas al grupo terrorista Daesh y escribió que “estas causas evidencian que el movimiento de iluminación de países como Irán pueden empujar a estas personas hacia una lectura del Islam que, a diferencia de la que presenta el EIIL, es correcta en todas sus dimensiones. Quizás si estas chicas tuvieran un conocimiento suficiente del Islam o si no las hubieran prohibido tanto estudiar el Islam y tener contacto con los musulmanes, hubieran podido descubrir el contraste del Islam con el pensamiento de los terroristas del EIIL y no se sentirían atraídas ávidamente por los terroristas”.
 
Sin lugar a dudas, la presencia de mujeres en las zonas bajo control de Daesh y su deseo de unirse a este grupo terrorista puede representar una seria advertencia para el futuro de sus respectivos países, toda vez que la propagación de este fenómeno, debido al papel intrínseco de las mujeres en la educación de las generaciones futuras, provocaría un brote de extremismo en las mismas por parte de estos elementos de Daesh. Así que es necesario que los países sujetos a este peligro, adopten serias medidas para evitar la absorción de mujeres por grupos extremistas.
 
Queridos amigos, aquí finaliza el programa de hoy; nos despedimos de todos ustedes hasta otra emisión.
 
P/FE/NL
 
 

 

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