Ene 13, 2020 07:49 UTC

Mientras los musulmanes en los países occidentales enfrentan muchas restricciones y líneas rojas y muchos proyectos islamófobos están en marcha en esas naciones, según las estadísticas oficiales, hoy en día, el número de los musulmanes y la tendencia hacia el Islam en las sociedades occidentales, especialmente entre las mujeres, han aumentado considerablemente en las últimas décadas.

Queridos amigos, en la vigésima parte del espacio semanal “Posición de la mujer en el Occidente”, vamos a enfocarnos en este tema.

El Centro de Investigaciones Sociológicas Pew en EE.UU., ha publicado un nuevo estudio enfocado en el crecimiento de los seguidores del Islam en los países de la Unión Europea (UE). Según este informe, en la actualidad los musulmanes representan el 5% de la población del bloque comunitario, pero esa cifra cambiará en 2025 a favor de los musulmanes. De acuerdo con este estudio, si Europa continúa cerrando sus fronteras y deja de admitir a migrantes económicos y solicitantes de asilo, para 2025, el número total de los musulmanes en la UE alcanzará más de 35 millones, lo que representará el 10% de la población del viejo continente. El Reino Unido, Francia, Italia y Alemania, que han impuesto la mayoría de las restricciones a los musulmanes, presenciarán el mayor aumento del número de los mismos en los próximos 20 años.
 
Según los resultados de otro sondeo de opinión realizado por la Oficina Australiana de Estadísticas en 2016, el número de personas que han expresado su interés en convertirse al Islam, ha tenido un aumento notable. Los resultados mostraron también que entre 1991 y 2016, la inclinación hacia el Islam en Australia subió un 160%.
 
Algunos investigadores atribuyen este crecimiento a la tasa de natalidad entre los musulmanes, pero todo indica que el número de los europeos no musulmanes que abrazan el Islam, va aumentando. Bernard Godard, antiguo consejero sobre el Islam en el Ministerio del Interior (2007-2014) de Francia, dice que no hay duda de que la tendencia hacia el Islam en Francia se ha convertido en un tema común, innegable y asombroso, especialmente después del año 2000.
 
 
De acuerdo con un sondeo realizado por la Universidad de Swansea sobre el motivo de la conversión de los europeos al Islam, muchos de los encuestados dijeron que lo hicieron por la precariedad del fundamento familiar, la prevalencia de inmoralidades y el desenfrenado consumismo. También el informe del Instituto Gatestone confirma que los europeos están cada vez más inclinados al Islam.
 
Lo que llama la atención es que, según una encuesta realizada por la organización Faith Matters, dos tercios de las personas que se han convertido al Islam en el Reino Unido son mujeres, de las cuales más del 70% son blancos con una edad promedio de 27 años. La cadena France 3 también señaló que, en Francia como en el Reino Unido, muchas de las personas que abrazan el Islam, son féminas. Esto sucede mientras que Francia es uno de los países europeos que ha ejercido una gran presión sobre los musulmanes y siempre ha sido una de las bases de la islamofobia en el Occidente. Casos como la prohibición del hiyab o velo en las universidades francesas y las viñetas despectivas del Profeta del Islam en muchas revistas y periódicos galos, son algunas de las prácticas anti-islámicas en Francia, cuya población suma 65 millones de habitantes.
 
La Dra. Dr Haifaa Jadad, profesora de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido, confirma la creciente tendencia de las mujeres occidentales al Islam y, al respecto, dice: "Este fenómeno es, de hecho, la reacción de muchas mujeres a las anomalías morales de las sociedades occidentales. Ellas tienen un sentimiento agradable por el apoyo y la participación que les regala el Islam".
 
A su vez, Karin van Nieuwkerk, experta en los asuntos de mujeres holandesas recién convertidas al Islam, resalta: "Estas mujeres se sienten atraídas por la visión que presenta la fe islámica sobre la relación hombre-mujer, ya que en esta religión, ellas tienen más oportunidades para la maternidad y dedicarse a la familia. En el Islam, las féminas no son sólo un medio para lograr el placer sexual".
 
Una de las mujeres europeas más prominentes convertidas al Islam, es la periodista Lauren Booth, cuñada de Tony Blair, exprimer ministro británico, que abrazó el Islam después de un viaje a Irán. Ahora lleva el hiyab y realiza las cinco oraciones obligatorias diarias, que se componen de 17 ciclos (Rak'a). Booth es una de las mayores activistas de los derechos de los palestinos en el Reino Unido. Durante su viaje a Irán en 2005, visitó la ciudad de Qom donde la peregrinación al mausoleo de la Hazrat Masoumeh (hermana del octavo imam de los chiíes) generó un cambio fundamental en ella convirtiéndose al Islam después de su regreso de Irán. En una entrevista en 2011 con el periódico The Daily Mail, Booth describió el incremento de los musulmanes en Gran Bretaña como un acontecimiento útil para el país, diciendo que ha sido una empleada más diligente y una madre mejor para sus hijos desde que se hiciera musulmana.
 
Jayne Kemp, oficial de policía británica, es otra mujer occidental que ha abrazado el Islam y estos días continúa trabajando con el velo islámico. Después de convertirse al Islam, decidió cambiar su nombre a Amina. En cuanto a su conversión a la religión islámica, dice: "Me imaginaba que el Islam obliga a las mujeres a encerrarse en la cocina, pero ahora me di cuenta de que el Islam significa misericordia, paciencia y respeto a los demás. Cuanto más profundicé en el Islam, más similitudes encontré entre esta religión y el cristianismo, como ayudar a los vecinos y cuidar de los ancianos. En aquel entonces, no buscaba ninguna religión, pero el Islam respondió a todas mis dudas. Creo que me enamoré del Islam".
 
Amina señala que se siente más feliz desde que se hiciera musulmana, comportamiento que atrajo también a su familia al Islam. La hermana de Amina también abrazó la fe islámica después de ver su espíritu y su estado de ánimo.
 
Según los expertos, el islamismo en el Occidente, antes de ser una corriente social es una necesidad pública que ha penetrado en el cuerpo de esta sociedad. En este contexto, el número de las mujeres que han abrazado el Islam es mayor que el de los hombres, lo que refleja la reacción de muchas féminas ante las anomalías morales en las sociedades occidentales.
 
Madeleine Zilfi, profesora de historia del Medio Oriente en la Universidad de Maryland, dice sobre la creciente tendencia al Islam de las mujeres educadas en las universidades de EE.UU.: "El ritmo de este proceso me ha despertado la curiosidad. Las muchachas musulmanas están más motivadas para investigar el Islam y se toman más en serio sus creencias.
 
Sin duda, puede decirse que la conversión de muchas de las mujeres al Islam es una reacción a las desviaciones morales de la sociedad occidental. Ellas se inclinan a un sentimiento de apoyo y participación que el Islam ofrece a todo el mundo.
P/FE/NL

 

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