En este programa iniciamos la sura La consulta. Esta sura tiene cincuenta y tres aleyas y se ha revelado en la Meca. El nombre se refiere a la aleya 38.

 

La sura trata de los principios básicos de la fe islámica, por ejemplo, Unidad Divina, Resurrección, Profecía, así como cuestiones éticas y sociales. De entre las veintinueve suras que se abren con letras separadas, la serie más larga de letras separadas está atestiguada en esta sura en cuestión.

 

Vale la pena señalar que la aleya desentraña el misterio de las letras separadas, ya que son seguidas por: “Del mismo modo, Alá, el Omnipotente, el Sabio, te envía la Revelación”. Es  decir, el Apocalipsis se envía empleando las letras del alfabeto árabe disponibles para todos los que tienen el desafío de producir algo similar.

 

 

Comenzamos con las aleyas 1, 2, 3 y 4 de la sura La consulta:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las letras separadas aluden a los Divinos Nombres: el Todo-Sabio (hakim), el Todo-Glorioso (majid), el Omnisciente ('alim), el Todo-Oyente (sami'), el Omnipotente (qadir) haciendo referencia a los favores y recompensas divinos otorgados a Su Mensajero (S).

 

Las letras separadas HM abren siete capítulos coránicos, pero las letras separadas, es decir, 'SQ', se encuentran en la sura en cuestión.

 

Vale la pena señalar que la Revelación Divina surge de la misma fuente: la Omnisciencia Divina y el contenido de la Revelación son, en principio, los mismos con respecto a todas las Llamadas Proféticas, aunque existen cambios menores en términos de requisitos del tiempo, evolución de hombre, y generalidades.

 

Cabe mencionar que se mencionan siete Atributos Divinos, cada uno de los cuales está relacionado de alguna manera con la cuestión de Apocalipsis, dos de los cuales son:

 

"El Omnipotente, el Omnisciente".

 

Estos dos atributos requieren que la Revelación Divina sea sabia y armoniosa con los requisitos evolutivos humanos.

 

La omnipotencia divina, la omnisciencia, la sabiduría y la gloria se manifiestan en la revelación divina, por lo tanto, la revelación divina y la palabra merecen más atención.

 

Todos los Nobles Profetas (saludos sean para ellos) están relacionados con la fuente de la Divina Omnipotencia y Gloria; como consecuencia de lo cual, quien los confronta en oposición transitará el camino hacia la perdición.

 

Una de las inmutabilidades del Sagrado Corán es que las cláusulas y expresiones están formadas por letras y palabras comunes que nadie puede producir. El sistema de elaboración de Leyes, es decir, Revelación y Orientación, pertenece al Creador del orden de la creación, por ejemplo, el de los cielos y la tierra, que preside el mundo de la existencia.

 

La aleya 4 hace referencia al hecho de que todos los profetas y mensajeros fueron designados por Dios Todopoderoso para guiar a la humanidad con la misma palabra para que adoren al Dios Todopoderoso con sus atributos divinos de gloria, belleza, unidad y eternidad.

 

También se les recordó el hecho de que Dios Todopoderoso es Omnisciente, Omnipotente, Todo Glorioso y Justo, y todas las esferas de los cielos, la tierra y todo lo que existe entre ellas están sujetas a Su Omnipotencia y Él abarca todos los mundos a través de Su Gloria, Omnipotencia y Omnisciencia y Él es el Proveedor y el Fomentador de todos ellos. Es superior a todos los seres existentes.

 

 

 

Estas aleyas nos enseñan los siguientes puntos:

 

1.- Todos los profetas siguen un objetivo común y reciben la revelación divina de una fuente única. Por eso, los principios de la invitación de todos los profetas divinos, son únicos y no existe ninguna discrepancia entre el primer y el último profeta divino.

 

2.- La revelación se envía por parte de un Dios que es Poderoso y Sabio. Pues, actuar a sus órdenes, conlleva la grandeza y firmeza.

 

3.- La fuente de la revelación, es la ciencia y sabiduría divina; por eso, el contenido del Corán es firme, permanente y estable.

 

4.- Establecer unos reglamentos fijos para la vida del ser humano, solamente es capaz de alguien que ha creado todo el mundo y administra los asuntos de todas las personas.

 

Ahora escuchamos las aleyas 5 y 6 de la sura La consulta:

 

 

 

 

 

 

Esta aleyas hablan de los cielos que están impresionados por la revelación divina. La Gloria y la Grandeza Divinas evitan que los cielos se rompan en pedazos.

 

También hablan de las afirmaciones infundadas de los politeístas en cuanto a asociar socios con Dios por los cuales los cielos pueden romperse y llevarlos a la perdición.

 

Las aleyas también hacen referencia a la resurrección a través de la cual se advierte a los politeístas y a los incrédulos que los cielos pronto se romperán y los ángeles alabarán la Gloria Divina e invocarán a Dios Todopoderoso para perdonar a los habitantes de la tierra.

 

En ese momento, los ángeles invocarán al Dios Todopoderoso para perdonar a los creyentes, como se refleja en la sura Que perdona que las invocaciones de los ángeles en cuanto al Perdonar son únicamente para los creyentes.

 

Las aleyas dicen que es deber del Noble Profeta Muhammad (saludos sean para él y sus descendientes) impartir el Mensaje Divino, pero si la gente se aleja de él, él no será responsable de su incredulidad. Él es el único responsable de su guía en lugar de hacerlos creer en Dios Todopoderoso y abrazar la fe islámica.

 

Las aleyas bendecidas en cuestión es un consuelo para el Noble Profeta del Islam (S) para no guardar pena por la incredulidad de los politeístas en la Unidad Divina y la asociación de socios con Dios Todopoderoso, ya que su incredulidad puede no afectarlos.

 

Él no es un guardián sobre ellos, pero su única responsabilidad es impartir el Mensaje Divino, ya sea que crean en Dios Todopoderoso y sigan el Sendero de Orientación o se desvíen del Sendero por obstinación y caigan en el abismo del error.

 

 

 

 De estas aleyas aprendemos que:

 

 1.- El corazón de algunas personas es más duro que la piedra. Si el Corán se revelaba en los cielos, se rompía. Pero, las personas impertinentes no reciben ninguna influencia de la palabra divina y no son humildes ante Dios.

 

2.- Tenemos que orar para todos los habitantes de la tierra y pedir perdón para ellos; tal como, los ángeles oran para los habitantes de la tierra.

 

3.- La fe en Dios, no concuerda con la aceptación de la soberanía de unos dioses falsos.

 

4.- Los profetas han sido enviados para que revelen el mensaje divino al pueblo y orientarlos, pero no tenían la misión de obligarlos a aceptar lo justo.

 

 

Queridos oyentes, finalizado el tiempo de nuestro programa de hoy, nos despedimos de todos ustedes hasta una nueva emisión y esperamos sus opiniones y propuestas al respecto.

 

P/MK/RH