May 04, 2020 08:04 UTC

ParsToday - Queridos oyentes, estamos con ustedes con la cuarta parte del espacio “El papel clave de Irán en la seguridad del Golfo Pérsico”, en la que vamos a analizar la "importancia del Estrecho de Ormuz desde la óptica política y de seguridad". Quédense con nosotros.

Una de las amenazas de seguridad más importantes del Estrecho de Ormuz es la ofensiva marítima. Las incursiones navales alrededor del Estrecho de Ormuz y el Golfo Pérsico se han registrado repetidamente en la historia.
 
En la época contemporánea, la colocación de minas en esta vía fluvial por parte de varios países, ha provocado numerosos accidentes, como daños y hundimiento de embarcaciones comerciales y militares.
 
La colocación de minas y los ataques con misiles por parte del régimen de Baas de Irak en la década de 1990 causaron daños y hundimiento de varios buques comerciales, así como. la destrucción de varios buques de guerra entre los años  1990 y 1991.
 
Uno de los ataques terroristas más importantes en la historia del Golfo Pérsico se llevó a cabo en julio de 1988, cuando el crucero lanzamisiles USS Vincennes de la Armada de EE.UU., en un acto terrorista, puso de blanco a un avión de pasajeros iraní que sobrevolaba el Golfo Pérsico, matando a 290 pasajeros que iban a bordo.
 
El enfoque de Estados Unidos para fortalecer a los grupos terroristas y  su instrumentalización en Asia Occidental también  ha dejado  un impacto negativo en la seguridad del Golfo Pérsico y el Mar de Omán. En 2004, un barco pesquero local  fue detenido  cerca de la plataforma  petrolera Al-Amiyah próxima a la costa iraquí en el marco las inspecciones convencionales.  Los atacantes suicidas presentes en este barco  detonaron los explosivos que llevaban escondidos en él , matando a  algunos de los miembros del equipo de reconocimiento e hiriendo a  algunos otros.
 
Otra amenaza de seguridad para el Estrecho de Ormuz, además de los ataques marítimos son el tráfico marítimo y el gran volumen de grandes barcos que navegan en un espacio relativamente pequeño, lo que crea un ambiente difícil para la actividad del personal  de las embarcaciones.
 
En 2007, el submarino militar USS Newport News (SSN-750) chocó con  un gran petrolero llamado Mogamigawa en el sur del Estrecho de Ormuz.
 
Este petrolero japonés y submarino estadounidense chocaron cuando intentaron entrar en  el estrecho.  También en agosto de 2012,  un destructor  misilistico  de EE. UU., USS Porter (DDG-78) chocó con un petrolero japonés en el Estrecho de Ormuz.
 
Un mes antes de este accidente, un barco estadounidense apuntó por error a otro barco de pesca que provocó la muerte de tres pescadores.
 
Del mismo modo, si se aumenta el tráfico marítimo por la presencia  excesiva de buques militares,  se incrementará  la probabilidad de choque entre los  petroleros y  como consecuencia se puede esperar problemas como  la contaminación ambiental.
 
Cuando aumenta el tráfico marítimo  es probable que los radares de vigilancia cometan un error. por otro lado, debido a que las naves tienen una maniobrabilidad más baja para rotar y moverse más rápido, pueden chocar entre sí.
 
El terrorismo marítimo,  ataque a buques y actos subversivos en el Estrecho de Ormuz y sus alrededores  suponen  otra amenaza de seguridad en esta área. Este tipo de terrorismo, especialmente entre 1998 y 2002, fue  lanzado  por el grupo terrorista Al-Qaeda y por orden de Abdul Rahim Nashiri,  denominado como el "Príncipe de los mares de Al-Qaeda".
 
Bajo las condiciones actuales,  la amenaza de seguridad más importante en el Estrecho de Ormuz es la presencia provocadora  de las  fuerzas extra regionales. Tras los sospechosos  ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, aumentó la presencia militar directa de los Estados Unidos en el Golfo Pérsico y  este país entró en una nueva fase  para consolidar su hegemonía en el Golfo Pérsico.
 
De esta manera, Washington intentó convertir al Golfo Pérsico y Asia Occidental en el área de su influencia exclusiva y evitar la presencia seria de otros grandes poderes rivales en la región.
 
En este contexto, Estados Unidos calificó a Irak e Irán como desafíos importantes para las políticas estadounidenses en la zona  e incluso fuera de la misma.
 
La ocupación de Irak en 2003, el fortalecimiento de las  relaciones  militares bilaterales con los estados  árabes del Golfo Pérsico, así como,  los esfuerzos  destinados a aislar a Irán,  han sido  los  tres aspectos básico de la política de domino de EE.UU.  en el Golfo después  de los atentados  del 11 de septiembre.
 
El enfoque provocador de los Estados Unidos ante el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz tiene algunas características importantes.
 
La primera es la intervención directa en los asuntos de la región. Para los Estados Unidos, la única forma de llenar el vacío del poder después de la victoria de la Revolución Islámica de Irán es utilizar la política de intimidación como un poder intervencionista, amenazar a los estados independientes de la región y establecer sus bases en la región.
 
De hecho Estados Unidos al intervenir en el Golfo Pérsico intenta alcanzar dos objetivos: el control estratégico de Irán y el control económico de los rivales de Washington  como China y Rusia. Así que Washington ha tratado de gestionar a sus aliados árabes  bajo la pauta de  su dependencia de seguridad y militar de los Estados Unido
 
La creación del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico con la participación de 6 países de esta zona y sin  la presencia de Irán e Irak,  se inscribe en el marco de  la misma política. Por otro lado, el acceso a la energía segura, forma parte de los intereses importantes de los Estados Unidos.  Dado que el país norteño es el mayor consumidor  de energía, se ve afectado por las fluctuaciones en el sector energético.
 
Por lo tanto para Washington,  la presencia  en el Golfo Pérsico se define dentro del marco de sus intereses nacionales, y lo que naturalmente ignora son los intereses nacionales de los países de la región.
 
La segunda característica del enfoque provocador de los Estados Unidos ante el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz es convertir a esta vía fluvial en una ruta de entrada de las armas occidentales.
 
Estados Unidos, especialmente desde la ocupación militar de Irak en 2003, ha importado armas militares pesadas para sus tropas  desplegadas en este país  y en otros estados del Golfo Pérsico a través de la vía fluvial estratégica del Estrecho de Ormuz y de  sus buques de guerra con banderas extranjeras.
 
La tercera característica es transformar a los países árabes en almacenes de las armas occidentales. Al fomentar la política de iranofobia y perseguir objetivos económicos y de seguridad, Estados Unidos, ha tratado, como afirma,  de reforzar  la capacidad militar de los Estados del Golfo Pérsico, con lo cual,  crear y desplegar un escudo de defensa antimisiles en los países del área encabeza las principales prioridades de  Washington.
 
Por esta razón, el ex presidente estadounidense Barack Obama durante su primera investidura,  en cuanto al escudo de defensa de misiles manifestó que: mientras existiera la amenaza iraní, Washington seguiría con su esfuerzo de crear  el escudo de defensa antimisiles
 
Ante las amenazas militares y de seguridad de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, está Irán, quien utilizando  su poder defensivo y disuasorio ha podido garantizar la seguridad del transporte de energía desde el Estrecho de Ormuz y quitar a los Estados Unidos  el poder de cometer cualquier  sabotaje en la región.
 
Esta es una realidad que admiten también expertos extranjeros. De manera que Stephan Cook en un artículo en la publicación estadounidense Foreign Policy dice: durante mucho tiempo fue un hecho que, en el marco de la política exterior de EE.UU. sin algún país bloqueaba el estrecho de Ormuz o actuaba en contra de lo que quiere EE.UU., Washington entraba en acción con una gran fuerza. Sin embargo, en estos tiempos se ha dejado en claro que las realidades antiguas no son más que imaginaciones
 
 
Cook subraya a continuación: EE.UU. está en camino de salida del Golfo Pérsico, no este año ni el próximo, pero no cabe duda de que este país abandonará esta región.
 
 
 
P/FE/JP