Primero escucharán las aleyas 15 y 16 de la sura La consulta:

 

 

 

 

 

 

 

Si recuerdan, la semana pasada explicamos que la religión decretada por Dios Todopoderoso para toda la humanidad es la misma, mientras que la arrogancia, la ignorancia y la intolerancia han resultado en una pluralidad de credos, y en vista de esto, los profetas fueron criados en todo el mundo para fomentar la paz y la unidad, culminando en la fe universal del Islam predicada por el profeta Muhammad (saludos sean para él y sus descendientes).

Aquí, en la aleya 15 que les recitamos ahora, Dios ordena a Su último y más grande mensajero que invite a todas las personas, ya sean politeístas o personas del libro, como judíos y cristianos, a la fe universal del Islam. La tarea del profeta es establecer la armonía entre las personas en la medida en que se mantengan firmes con respecto a la verdadera religión. El profeta se mantiene firme en los principios de su llamado y no se somete a las demandas ilegales de otros, ya que la promoción de la justicia es la consecuencia de la creencia en ciertos valores, incluido el rechazo de las lujurias y los deseos vanos, la creencia en el Día de la Resurrección y recibir una recompensa acorde con los actos de uno.

En otras palabras, el profeta no sigue las inclinaciones e intereses creados de ningún grupo, ya sean politeístas o personas del libro, y para reunir a la humanidad en la plataforma de la unidad de la fe, señala a los cristianos y judíos de la unanimidad de los mensajes de todos los profetas pasados, lo que significa que el Sagrado Corán es la culminación de todas las escrituras celestiales reveladas previamente. Esto significa que todos somos la creación de Dios, y que cada persona es responsable de sus actos, cuya recompensa se hace evidente en el Día de la Resurrección. De esta manera, el argumento está sellado y no hay motivo de disputa o enemistad personal. Dios reunirá a toda la humanidad en el Día del Juicio, ya que para Él es el retorno final.

La aleya 16 debate discutir un punto para corroborar su verdad o refutar su falacia. Por lo tanto, cuando una determinada creencia se corrobora y se prueba, no se debe desistir de seguirla debido a dudas y tentaciones. Esta aleya es una crítica de quienes entran en debates sin sentido sobre Dios y la religión decretada para la humanidad, ya que esto equivale a romper la promesa de lealtad al Señorío del Creador Todopoderoso que cada alma dio antes del nacimiento físico. Tales personas, incluidas las del Pueblo del Libro que, aunque reconocen la veracidad del Islam y el Último profeta, se entregan a argumentos sin sentido en un intento de negar la verdad, estarán expuestas a la ira divina.

 

De estas aleyas aprendemos que:

1. Deberíamos ser firmes en nuestras creencias en el Islam, sin inclinarnos por ninguna tendencia desviacionista, deseos vanos y las presiones de los arrogantes.

2. La resistencia y la insistencia en la fe son valiosas cuando uno está en el camino correcto con certeza de creencia, de lo contrario sería obstinado, como lo que hacen los desviadores a ciegas.

3. El establecimiento de la justicia en la sociedad es uno de los objetivos del Islam, y obviamente esto es imposible sin poseer soberanía y gobierno.

4. La discusión y la disputa son razonables y lógicas hasta que la verdad se aclare a través de la investigación y la investigación imparcial.

5. Los argumentos sin sentido son inútiles cuando la verdad ya ha sido aclarada a través del debate racional.

6. Aquellos que perciben la verdad pero la niegan, solo traen destrucción sobre sí mismos.

 

Ahora escucharán las aleyas 17 y 18 de la sura La consulta:

 

 

 

 

 

 

Estas aleyas quieren decir que el Único Creador del universo que envió el Sagrado Corán como el ejemplo más evidente de la Verdad para guiar a la humanidad, y el Balance para determinar lo correcto de lo incorrecto, sabe cuándo el mundo transitorio llegará a su fin y la Resurrección tendrá lugar, lo que significa que aquellos que se burlan de los creyentes acerca de estos hechos, están en un error extremo.

En otras palabras, es Dios quien ha revelado el Sagrado Corán en verdad y ha hecho sus leyes y mandatos de la manera más equilibrada. Esta aleya se enfoca en dos atributos del Sagrado Corán, es decir, la Verdad de esta Escritura Celestial y el hecho de que este Libro de sabiduría eterna es el Equilibrio para determinar la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto.

Solo Dios Todopoderoso conoce el tiempo de la Resurrección, y en respuesta a las preguntas burlonas planteadas por los incrédulos acerca de la ocurrencia exacta de esa Hora en la que no creen, se le pide al profeta que diga que Dios solo está consciente de ello y puede estar cerca Dicha respuesta que tiene la intención de despertar la conciencia de aquellos en error que aún podrían salvarse, a menos que se hayan alejado demasiado del camino recto y se hayan sumergido en la incredulidad total.

 

Como dice la próxima aleya, los creyentes están seguros del Día de la Resurrección y siempre se asombran de la Majestad de Dios, ya que transitan el camino de la virtud y la justicia, en contraste con los incrédulos cuyas dudas ya han condenado su destino, y son arrastrándolos hacia el abismo de la humildad, a menos que despierten su conciencia para arrepentirse y reformarse.

 

De estas aleyas aprendemos que:

1. El Sagrado Corán es el criterio para la distinción entre verdad y falsedad, ya que es la Revelación de Dios y la guía para la humanidad.

2. Nadie está al tanto del momento del Día del Juicio, que podría estar cerca y de cuya ocurrencia exacta solo el Creador Todopoderoso está al tanto, y esto significa que debemos desistir de pensamientos caprichosos y vanos deseos.

 

3. Entre los signos de los verdaderos creyentes es tener cuidado con sus palabras y hechos, porque todos son responsables en la corte divina.

Queridos oyentes, finalizado el tiempo de nuestro programa de hoy, nos despedimos de todos ustedes hasta una nueva emisión y esperamos sus opiniones y propuestas al respecto.

 

 

P/MK/RH