Sura La consulta (Ach chúra), versos 19-23(Parte:892)
Jun 07, 2020 03:26 UTC
ParsToday-Bienvenidos, queridos oyentes, a nuestro programa semanal “Camino hacia la luz” en el que les presentamos una explicación fluida y fácil de entender la Palabra revelada de Dios, el Sagrado Corán..
Primero escucharán las aleyas 19 y 20 de la sura La consulta:
اللَّهُ لَطِيفٌ بِعِبَادِهِ يَرْزُقُ مَنْ يَشَاءُ وَهُوَ الْقَوِيُّ الْعَزِيزُ
Alá es bondadoso con Sus siervos. Provee a las necesidades de quien Él quiere. Él es el Fuerte, el Poderoso.(19:42)
مَنْ كَانَ يُرِيدُ حَرْثَ الْآخِرَةِ نَزِدْ لَهُ فِي حَرْثِهِ وَمَنْ كَانَ يُرِيدُ حَرْثَ الدُّنْيَا نُؤْتِهِ مِنْهَا وَمَا لَهُ فِي الْآخِرَةِ مِنْ نَصِيبٍ
A quien desee labrar el campo de la vida futura se lo acrecentaremos. A quien, en cambio, desee labrar el campo de la vida de acá, le daremos de ella, pero no tendrá ninguna parte en la otra vida.(20:42)
Si recuerdan, la semana pasada explicamos que el Sagrado Corán es el criterio para la distinción entre la verdad y la falsedad, ya que es la Revelación de Dios y la fuente de guía para toda la humanidad. También dijimos que nadie conoce el momento del Día del Juicio, cuya ocurrencia exacta solo conoce el Creador Todopoderoso, y esto significa que debemos desistir de pensamientos caprichosos y deseos vanos.
Aleya 19 que le recitamos ahora indica que la Gracia es un atributo Divino que encarna la gentileza y la consideración. La palabra árabe “Lateef” significa el Gracioso, que de hecho es uno de los atributos más generosos de Dios Todopoderoso, que proporciona a todos, su sustento diario de una manera desconocida para ellos. Significa que Dios es consciente de los asuntos más minuciosos y es el Señor omnipotente que hace cualquier cosa con facilidad, basado en la Sabiduría Divina y la consideración del bien común de todas las criaturas.
La siguiente aleya indica el valor de nuestros actos dependiendo de nuestras intenciones, así como de nuestros objetivos a corto y largo plazo, ya que todas las recompensas son otorgadas por Dios Todopoderoso, estas recompensas son proporcionales a la intención y la elección de una persona. Por lo tanto, quien trabaje para el Más Allá, tendrá su parte de este mundo y en la otra vida disfrutará de la gracia Divina. En cuanto a aquellos que trabajan simplemente por el miserable beneficio de este mundo transitorio, seguramente lograrán sus deseos y metas en la vida mortal, pero no tendrán participación en el Más Allá. El Sagrado Corán dibuja una parábola, comparando a las personas con los agricultores, que aran la tierra y siembran las semillas para cosechar los cultivos. Algunos de estos agricultores trabajan para el Más Allá y otros para este mundo. En otras palabras, las buenas obras se siembran en las tierras de cultivo del alma de una persona y se convierten en disposiciones mentales permanentes, y darán frutos tanto en este mundo como en el Más Allá. La persona que siembra las semillas de las buenas obras en las tierras de cultivo del corazón, quitan las malas hierbas y las impurezas de ella a través del conocimiento de Dios Todopoderoso,
Por otro lado, aquellos que luchan únicamente por el éxito en la vida material, lo alcanzarán por la gracia de Dios, pero no tendrán ninguna participación en el Más Allá.
De estas aleyas aprendemos que:
1.- La gracia divina en la vida mundana beneficia a todas las personas, ya sean creyentes o no creyentes, ya que Dios no priva a sus criaturas de las bondades de la vida.
2.- Los buscadores del Más Allá también tendrán su parte de este mundo, con mayores recompensas en el más allá, mientras que aquellos que solo luchan por el éxito en la vida material no tendrán parte en el Más Allá.
3.- Lo importante es la intención y el objetivo de un hecho realizado, en lugar de su naturaleza, ya que muchos trabajos pueden parecer similares, pero se realizan para diferentes objetivos.
Ahora escucharán las aleyas 21 y 22 de la sura La consulta:
أَمْ لَهُمْ شُرَكَاءُ شَرَعُوا لَهُمْ مِنَ الدِّينِ مَا لَمْ يَأْذَنْ بِهِ اللَّهُ وَلَوْلَا كَلِمَةُ الْفَصْلِ لَقُضِيَ بَيْنَهُمْ وَإِنَّ الظَّالِمِينَ لَهُمْ عَذَابٌ أَلِيمٌ
¿Tienen asociados que les hayan prescrito en materia de religión lo que Alá no ha sancionado? Si no se hubiera ya pronunciado la sentencia decisiva, se habría decidido entre ellos. Los impíos tendrán un castigo doloroso.(21:42)
تَرَى الظَّالِمِينَ مُشْفِقِينَ مِمَّا كَسَبُوا وَهُوَ وَاقِعٌ بِهِمْ وَالَّذِينَ آمَنُوا وَعَمِلُوا الصَّالِحَاتِ فِي رَوْضَاتِ الْجَنَّاتِ لَهُمْ مَا يَشَاءُونَ عِنْدَ رَبِّهِمْ ذَلِكَ هُوَ الْفَضْلُ الْكَبِيرُ
Verás a los impíos temer por lo que han merecido, que recaerá en ellos, mientras que los que hayan creído y obrado bien, estarán en los prados de los jardines y tendrán junto a su Señor lo que deseen. ¡Éste es el gran favor! (22:42)
Los seres humanos necesitan leyes divinas para llevar una vida ordenada. La aleya 21 se refiere a los politeístas que adoran a un panteón de deidades al negarse a reconocer al Único Creador del universo. Es, por lo tanto, una advertencia para todos los incrédulos, ya sean politeístas o ateos, en contra de seguir una escuela de pensamiento e institución de leyes seculares que carecen de legitimidad a la vista de Dios, ya que Él no les ha permitido hacerlo. Tales actos son tan viciosos que, si no hubiera sido por el respiro dado por el Señor Todo Misericordioso en este mundo para reflexionar, rectificar, arrepentirse y reformarse a sí mismos, los malhechores habrían sido inmediatamente afectados por el castigo Divino, que de hecho es el destino de los incrédulos y pecadores impenitentes en el más allá.
La aleya 22 es una referencia al Día de la Resurrección, que los incrédulos niegan debido a su falta de fe para percibirlo, pero finalmente ocurrirá y se hará evidente para todos, cuando la aprensión y los temores sean en vano, ya que, en la otra vida, las creencias erróneas y actos viciosos implicarán nada más que el fuego del infierno. En otras palabras, los corazones de los incrédulos y pecadores se oscurecen hasta tal punto por la crueldad de sus actos que sufren las consecuencias de sus acciones tanto en este mundo como en el Más Allá. En contraste, los verdaderos creyentes que son virtuosos disfrutarán de la dicha del Paraíso y se les otorgara lo que deseen, como consecuencias de las recompensas Divinas más que los premios de sus buenas obras.
Estas aleyas nos enseñan los siguientes puntos:
1.- Es un pecado imperdonable atribuir socios a Dios o seguir escuelas de pensamiento hechas por el hombre y promulgar leyes en contradicción con las leyes divinas.
2.- Cualquier superstición e innovación en nombre de la religión es la opresión de la humanidad.
3.- El Dios Todo Misericordioso ha dado un respiro a todos, especialmente a los incrédulos y pecadores, para reflexionar sobre sus fechorías, rectificar sus errores, arrepentirse en la corte divina y reformarse buscando perdón y haciendo el bien.
4.- El temor de las personas infieles en el momento del castigo no les servirá, ya que no es una creencia sincera en Dios y sus mandamientos, sino solo aprensión de la calamidad, cuando en vida tenían un amplio respiro para arrepentirse y reformarse.
5.- A los justos se les otorgará la dicha eterna del paraíso donde se les otorgará lo que quieran como consecuencia de los favores divinos por sus obras virtuosas.
6.- Aquellos que se mantengan firmes para salvar su fe frente a las adversidades al tolerar dificultades en la observación de sus ritos religiosos, de hecho, serán compensados en el Más Allá.
Ahora escucharán la aleya 23 de la sura La consulta:
ذَلِكَ الَّذِي يُبَشِّرُ اللَّهُ عِبَادَهُ الَّذِينَ آمَنُوا وَعَمِلُوا الصَّالِحَاتِ قُلْ لَا أَسْأَلُكُمْ عَلَيْهِ أَجْرًا إِلَّا الْمَوَدَّةَ فِي الْقُرْبَى وَمَنْ يَقْتَرِفْ حَسَنَةً نَزِدْ لَهُ فِيهَا حُسْنًا إِنَّ اللَّهَ غَفُورٌ شَكُورٌ
Ésta es la buena nueva que Alá anuncia a Sus siervos, que creen y obran bien. Di: Yo no os pido salario a cambio, fuera de que améis a mis parientes. A quien obre bien, le aumentaremos el valor de su obra. Alá es indulgente, muy agradecido.(23:42)
La aleya anterior trata de la recompensa de los creyentes benéficos, por ejemplo, jardines en el paraíso y el logro de todos los deseos y recompensas divinas.
En el Sagrado Corán se refleja que todos los Profetas dijeron que no esperaban ninguna recompensa de nadie aparte de Dios Todopoderoso, su Señor.
Todo el amor es esencialmente para Dios, y el resto de amores deben ser por Él; e incluso el amor por el Mensajero, Muhammad (saludos sean para él y sus descendientes), es esencialmente por Dios. Si no, el amor hacia cualquier otro ser, sin considerar a Dios o la relación de ese ser con Dios, puede conducir a la perdición, la razón por la que el Mensajero de Dios, pide a su comunidad a amar a sus parientes cercanos, incluyendo su familia en particular, era debido al gran servicio que ellos y sus descendientes proveerán al Islam hasta el Día del Juicio Final.
De esta aleya aprendemos que:
1.- Los profetas no piden ningún regalo material, pero solicitan al pueblo que obedezca las órdenes divinas y sigan a sus sucesores idóneos. En realidad, estas peticiones están a favor del mismo pueblo no del profeta ni de Dios.
2.- La fe cuando se complementa con la amistad con los parientes del profeta del Islam.
3.- La bendición divina abarca a quienes realizan buenas obras a los siervos de Dios.
Queridos oyentes, finalizado el tiempo de nuestro programa de hoy, nos despedimos de todos ustedes hasta una nueva emisión y esperamos sus opiniones y propuesta al respecto.
P/MK/RH
Tags