Primero escucharán las aleyas 43 y 44 de la sura El lujo:

 

فَاسْتَمْسِكْ بِالَّذِي أُوحِيَ إِلَيْكَ إِنَّكَ عَلَى صِرَاطٍ مُسْتَقِيمٍ

 

 

 

 

En el programa anterior hablamos sobre la impertinencia de los politeístas y su rechazo a las palabras del profeta del Islam. El destinatario aquí es el profeta Muhammad (saludos sean para él y sus descendientes). Estas aleyas significan decir que tu camino es recto sin el menor desvío. Así que no perturbe su noble carácter por la persistencia de los incrédulos en permanecer en el error y las palabras despectivas que dicen de usted. En otras palabras, el profeta y los musulmanes deben sostener firmemente el recordatorio, es decir, el sagrado Corán y las enseñanzas dinámicas que contiene. Por lo tanto, la negación de la misión del profeta por parte de los incrédulos no niega su veracidad. Por lo tanto, continúe su camino con fuerza y resolución y asegúrese de que este es el camino correcto.

 

Una de las cosas que los seres humanos generalmente descuidan es el Tribunal Divino en el Día del Juicio, donde todos serán interrogados y responsabilizados por lo que han hecho durante la vida transitoria del mundo mortal.

 

Los puntos que aprendemos de estas aleyas son:

 

1-La adherencia al Sagrado Corán y sus enseñanzas dinámicas es el camino que Dios ha garantizado como el único camino recto.

 

2-La práctica y el comportamiento del profeta nos explican los mandamientos de Dios Todopoderoso.

 

3-Al lado del Corán, son también la tradición y la manera de la vida del profeta del Islam y Alá reiteradas veces ha enfatizado en la veracidad del camino y la vida del profeta Muhammad.

4- Los musulmanes serán interrogados el Día del Juicio sobre el Corán.

 

Ahora escucharán la aleya 45 de la sura El lujo:

 

 

 

Los árabes paganos solían adorar a los ídolos y, por lo tanto, esta aleya instruye al Profeta del Islam para que les diga a los idólatras que el monoteísmo es un principio compartido por todas las religiones previamente reveladas que rechazaron decisivamente la idolatría. Esta aleya es una referencia a todos los profetas del pasado que llamaron a la gente a creer en el monoteísmo y condenaron decisivamente el politeísmo en masa. Por lo tanto, la campaña del Profeta del Islam contra la idolatría no tuvo precedentes, y solo revivió el mensaje de larga data de sus predecesores.

 

De esta aleya aprendemos que:

1- La esencia de los mensajes de todos los profetas de Dios fue el monoteísmo.

2- La adoración de cualquier cosa o de alguien además de Dios es una blasfemia total.

 

3- Ninguno de los profetas permitió la adoración de ídolos ni promovió el politeísmo

 

Ahora escucharán las aleyas 46 y 47 de la sura El lujo:

 

 

 

 

 

Las aleyas que les recitamos ahora mencionan el relato del profeta Moisés (S), el Faraón y los israelitas, ya que la misión de Moisés se asemeja a la del Último y Más Grande Mensajero del Todopoderoso, el profeta Muhammad (saludos sean para él y sus descendientes). El faraón se burló de la falta de poder de Moisés, que estaba vestido con ropas sencillas y no poseía riquezas, mientras se jactaba de sí mismo como el Señor de Egipto, similar a los jefes de los árabes paganos de La Meca que se consideraban a sí mismos hombres de sustancia en contraste con el profeta del Islam que fue criado como huérfano y aparentemente pobre. Esto indica la falta de pensamiento adecuado de los incrédulos cuando se enfrentan a la verdad y las realidades.

 

La aleya 47 dice que cuando por orden de Dios Todopoderoso Moisés demostró los signos divinos de su misión, como convertir su bastón en una serpiente y el resplandor en su palma, toda la corte en lugar de usar su intelecto para distinguir entre brujería y milagro, se burló de él.

 

De estas aleyas aprendemos que primero:

1-      La tarea de los profetas que predicaron su mensaje a la gente común fue también invitar a los gobernantes de ese lugar en particular al mensaje de Dios para reformar mejor a toda la comunidad.

2-      La arrogancia hace que los tiranos ignoren la realidad y piensen que su poder y riqueza pueden impedir que los hombres de Dios prediquen la verdad y reforman la sociedad.

3-      Dado que los incrédulos carecen de lógica y racionalidad, ridiculizan a los creyentes y se entregan a una diatriba propagandística contra ellos con el supuesto de evitar que la gente se dé cuenta de la verdad.

 

Ahora escucharán la aleya 48 de la sura El lujo:

 

 

Esta aleya se refiere al hecho de que los signos Divinos seguidos por la ira Divina, si es necesario, son una advertencia para que las personas desviadas regresen al camino del monoteísmo y la virtud. Cuando el Faraón y su pueblo negaron la verdad y se enorgullecieron de su comportamiento rebelde y pecaminoso, Dios Todopoderoso le ordenó a Moisés que les demostrara un milagro mayor que el anterior, incluyendo el infligir tormentos a los incrédulos, como enjambres de langostas que destruyó las cosechas para que quizás, se despierten y regresen hacia el camino recto.

 

De esta aleya aprendemos que primero:

1- Debemos tomar lecciones del relato del profeta Moisés, el tiránico Faraón y los siempre ingratos israelitas, quienes siempre conspiraron contra la verdad y las palabras de Dios.

2- Después de presentar los milagros divinos, llega el turno del castigo mundano para que quizás, el pueblo regrese del camino erróneo a través de la advertencia y amenaza.

 

Queridos oyentes, finalizado el tiempo de nuestro programa de hoy, nos despedimos de todos ustedes hasta una nueva emisión y esperamos sus opiniones y propuestas al respecto.

 

 

P/MK/RH