Oct 03, 2020 05:33 UTC

ParsToday-Capítulo IV; Indicadores Económicos en el Segundo Paso de la Revolución)

Se está dando el "Segundo Paso" de la Revolución Islámica de Irán bajo las más difíciles condiciones resultantes de la guerra económica de Estados Unidos contra el país.
 
Pero la pregunta importante que sigue sobre el tapete es ¿por qué Irán enfrenta sanciones tan duras y tan amplias?.
 
A esta pregunta se han dado muchas respuestas irrealistas. Algunos expertos opinan que la situación se ha complicado porque no negociamos con Estados Unidos.
 
Pero la experiencia y las realidades del pasado y del presente demuestran que ésta es una respuesta apresurada y superficial. La respuesta correcta es que han impuesto sanciones contra Irán porque resiste al sistema hegemónico enseñando a las naciones oprimidas cómo valerse por sí mismas.
 
Las mayores sanciones de Estados Unidos contra la República Islámica se imponen justo en un momento en que la mayoría de los avances científicos y los amplios movimientos tecnológicos han tenido lugar en Irán.
 
En ningún período de los cuarenta años que pasan de la Revolución Islámica, el pueblo persa ha experimentado tal dinamismo científico y tecnológico, ni ha sido tan optimista sobre el futuro como ahora.
 
Estos signos no son suficientes para demostrar que esta corriente es un fenómeno bien calculado y bienintencionado. De hecho, el problema que tiene Estados Unidos con Irán es por la independencia, la autoconfianza y la autosuficiencia.
 
El número de empresas iraníes basadas en el conocimiento ha superado ya las 4.400 generando importantes ingresos para las empresas y el valor añadido y financiero del país.
 
Estos días es palpable promover el papel de las empresas basadas en el conocimiento en la economía del país, especialmente en la solución de los problemas técnicos.  La Economía de Resistencia está ganando terreno a pesar del gran número de empresas basadas en el conocimiento.
 
Miles de proyectos de desarrollo y cientos de macroproyectos han colocado los potenciales tecnológicos nacionales de Irán entre los mejores del mundo en lo que se refiere a la producción científica.
 
La condición pionera, la adquisición de referencia científica y el acceso a las ciencias y tecnologías de la frontera del conocimiento, los cuales han sido destacados en la “Declaración del Segundo Paso de la Revolución”, emitida en febrero de 2019 con ocasión del 40.º aniversario de la misma, son hechos que han asustado y sorprendido a los enemigos de Irán, quienes no quieren que este país progrese. Considerando el inmenso sostenimiento de la civilización iraní-islámica, es natural que otros tengan miedo y por ende, procedan a difamar y socavar al Irán islámico.
 
Los occidentales llevan años gritando que la República Islámica sufre una "fuga de cerebros". Pero, el dinamismo y la activación del papel de las élites iraníes dentro y fuera del país en el desarrollo de la ciencia y la tecnología en Irán revelan cada día más esta gran mentira.
 
Muchas élites iraníes egresadas de las 100 mejores universidades del mundo han regresado al país en los últimos años con el apoyo de la Fundación Nacional de Élites de Irán (INEF, por sus siglas en inglés) y han establecido empresas de tecnología o han comenzado a trabajar en centros científicos y de investigación, atrayendo considerables capitales.
 
El punto a destacar es que Irán se ha separado completamente de los años de consumismo e importación de bienes y ha entrado en el campo de la exportación de productos tecnológicos.
 
La promoción de la posición de Irán y el aumento de su participación en el mercado global de productos tecnológicos y basados en el conocimiento, no es algo que los occidentales puedan ignorar fácilmente.
 
En la actualidad, las exportaciones de estos productos alcanzan ya alrededor de 500 millones de dólares, cantidad que se prevé que aumente exponencialmente en los próximos años debido a la aceleración y el salto en las actividades de las empresas basadas en el conocimiento, haciendo alarde ante el mundo del poder de la independencia y del lema los iraníes "podemos".
 
La “Declaración del Segundo Paso de la Revolución” está fundamentada en prestar atención a la economía basada en el conocimiento, la autoridad científica y la aceleración de la producción científica, lo que se traduce en garantizar un futuro brillante para Irán.
 
También, en el citado documento, el Líder de la Revolución, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ofreció básicas recomendaciones económicas y dijo lo siguiente: “La economía es un factor fuerte e importante para un país que planta cara a la dominación y a la colonización. Una economía débil allana el camino para la injerencia, el dominio y la injerencia de los enemigos. Sin embargo, la economía no es la meta de una sociedad islámica, sino que más bien es un medio sin el cual no se pueden alcanzar las metas previstas”.
 
En los últimos años el repetitivo énfasis en el fortalecimiento de una economía independiente del país, basada en la producción en masa y con calidad, distribución equitativa, consumo según la necesidad y las relaciones de gestión sabias, es por el tremendo impacto que la economía puede dejar en la vida de hoy y de mañana de la sociedad.
 
El objetivo estratégico de la “Declaración del Segundo Paso de la Revolución” es también fortalecer la economía independiente del país basada en la producción en masa y con calidad, distribución equitativa, consumo según la necesidad y sin despilfarro y, finalmente, las relaciones de gestiones sabias.
 
En consecuencia, la economía de resistencia basada en el conocimiento, desempeña un papel clave y crucial en el desarrollo del país. Irán cuenta con muchas oportunidades materiales que se puede activar y utilizar para aumentar los ingresos nacionales con un salto obvio y convertirlo en un país rico, independiente y con autoconfianza, en el verdadero sentido de la palabra.
 
Irán ocupa el primer lugar en el mundo en términos de potenciales naturales y humanos sin explotar y, debido a que tiene una población joven y especializada, puede dar pasos con confianza hacia la producción y la prosperidad económica.
 
En la “Declaración del Segundo Paso de la Revolución”, el Líder de la Revolución, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, destaca: “La economía es un factor fuerte e importante para un país que planta cara a la dominación y a la colonización. Una economía débil allana el camino para la injerencia, el dominio y la injerencia de los enemigos. Sin embargo, la economía no es la meta de una sociedad islámica, sino que, más bien es un medio sin el cual no se pueden alcanzar las metas previstas”.
 
En dicho documento, el Líder considera abonado el terreno para la realización del segundo paso de la revolución enumerando puntos fuertes tales como: estabilidad y seguridad del país, desarrollos únicos en distintos ámbitos, entre ellos ciencia y tecnología y la existencia de infraestructuras para el progreso.
 
La verdad es que los malos desempeños han enfrentado a la economía del país con desafíos desde el interior y el exterior. El desafío externo son las sanciones y las tentaciones del enemigo, las cuales resultarían menos eficaces e incluso ineficaces si se corrige el problema interno. Los retos internos incluyen defectos estructurales y debilidades administrativas.
 
A juicio del Líder de la Revolución, entre las más importantes de estas deficiencias destacan: la dependencia de la economía del petróleo; el hecho de que algunas partes de la economía son estatales y no están dentro del alcance de las funciones del gobierno, y miran hacia el exterior y no hacia el poder y los potenciales internos.
 
Todo esto tiene como resultado el desempleo de los jóvenes, los bajos ingresos en la clase débil y cosas similares. La solución a estos problemas son las políticas de la Economía de Resistencia, para todos, cuyos sectores hay que preparar planes ejecutivos, a los cuales los gobiernos deben dar un poderoso seguimiento, con mucho ánimo y con sentido de responsabilidad.
 
Por eso, en la “Declaración del Segundo Paso de la Revolución”, el ayatolá Jamenei hace hincapié en distanciarse de la economía petrolera y dar pasos en un camino en el que la economía iraní no se debilite ni se detenga bajo la influencia de las sanciones.
 
P/FE/JP