Nov 09, 2020 10:19 UTC

ParsToday - Hola queridos oyentes. Estamos a su servicio con el espacio “EE.UU. en la semana que pasó”, en el que haremos un repaso a las noticias más importantes en el país norteño en este periodo de tiempo.

En los días previos a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, dos tribunales sentenciaron a favor de la campaña de Donald Trump.
 
Luego la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó el 28 de octubre la solicitud de la Administración Trump de cancelar la extensión del conteo de los votos por correo en las elecciones presidenciales de Carolina del Norte.
 
En una medida antes aprobada por el tribunal, los funcionarios de este estado extendieron por otros seis días el plazo para recibir y validar las boletas postales, con el sello del correo y con fecha anterior al 3 de noviembre.
 
Con esta decisión del estado de Carolina del Norte, las boletas postales que lleguen a la sede electoral de estos estados antes del 12 de noviembre con la fecha de envío del 3 de noviembre, se considerarán válidas y se computarán en el conteo de los votos.
 
Los republicanos de Carolina del Norte se opusieron a esta medida del gobierno local (tomada para adaptarse a las condiciones surgidas por el brote de coronavirus) por ser adoptada antes de las elecciones presidenciales.
 
En este sentido, la Administración Trump intentó revocar la decisión protestando ante la Corte Suprema de Estados Unidos, pero ésta rechazó hacerlo. Amy Coney Barrett, la nueva jueza de dicha corte, cuyo controvertido nombramiento por Trump finalmente fue confirmada recientemente por el Senado, no participó en la votación.
 
Previamente, la Corte Suprema había aprobado el conteo de los votos por correo en el estado de Pensilvania después del día de las elecciones, lo que supone un gran golpe a la campaña de Trump.
 
Pensilvania tiene el 20 por ciento del total de los votos de las próximas elecciones presidenciales, por lo que el ganador en este estado dará un gran paso hacia la Casa Blanca con base en el sistema electoral común en EE.UU., sobre todo si el los candidatos demócrata y republicano tuviesen resultados cercanos en el recuento de los votos en otros estados.
 
En una serie de tuits el 30 de octubre, Trump arremetió contra la decisión de la Corte Suprema de permitir que se contaran las boletas postales después de la noche de las elecciones en Pensilvania y Carolina del Norte, afirmando que esto podría conducir a una victoria ridícula de Joe Biden.
 
El fallo de la Corte Suprema significa la victoria de los demócratas en el reclamo legal sobre los votos por correo, lo que ha irritado fuertemente a Trump.
 
En cambio, el tribunal federal de Minnesota, uno de los estados clave de Estados Unidos declaró ilegal el recuento de los sufragios que se reciba después de la jornada electoral.
 
La sesión de un tribunal de apelaciones, celebrada el 29 de octubre para estos efectos, dictaminó que "ninguna pandemia puede crear una excepción en la Constitución".
 
El fallo se emitió un día después de que la Corte Suprema confirmara la extensión de la recepción de votos por correo en Carolina del Norte y Pensilvania.
 
En reacción a este fallo, Amy Klobuchar, senadora demócrata por Minnesota, dijo que "en medio de la epidemia de la COVID-19, el Partido Republicano está haciendo todo lo posible para hacerle a usted más difícil el votar".
 
Los electores en Minnesota no han votado por ningún candidato republicano desde 1972. Las últimas encuestas sitúan a Trump a un 5% por detrás de Biden en este estado.
 
El semanario Newsweek publicó que para ganar en este estado, Trump ha pedido a los policías jubilados que se presenten como observadores en los colegios electorales.
 
En las últimas semanas, Trump, arrojando dudas sobre la forma de celebrar las elecciones, ha generado temores por eventuales disturbios después del anuncio de los resultados de los comicios.
 
Desde hace meses, Trump ha intentado cuestionar la credibilidad de los votos por correo denunciando un eventual fraude electoral a gran escala.
 
En repetidas ocasiones, el actual mandatario de EE.UU. intentó detener la votación postal o al menos limitar la recepción de estos votos al día de las elecciones.
 
Las elecciones presidenciales de EE. UU. tuvieron lugar el 3 de noviembre, pero debido a la epidemia de coronavirus, la votación postal y presencial anticipada ya había comenzado en muchos estados hace algunas semanas y días. 
 
Aproximadamente 85 millones de estadounidenses acogieron el sistema de votación postal debido al brote de la COVID-19. Una encuesta realizada por la cadena Fox News, afiliada a los republicanos, muestra que Trump está un 8% por detrás de su rival demócrata Joe Biden.
 
Según Chris Anderson, un observador electoral demócrata, Biden tiene una ventaja significativa a nivel nacional. Se han emitido muchos votos y son pocos los votantes que aún no se han decidido.
 
Muchos estadounidenses esperan con ansias la mañana siguiente a las elecciones, ya que los medios locales han barajado la posibilidad de que grupos milicianos salgan a las calles tras el anuncio de los resultados de las elecciones del 3 de noviembre desatando violencia y enfrentamientos en varios estados, además de que Trump ha insinuado que no abandonará el poder.
 
Los días posteriores al anuncio de los resultados de las elecciones estadounidenses de 2020, son días que pueden estar cargados de violencia provocada por la intolerancia a los resultados electorales por parte de algunos grupos, y mucha más amplia que en los últimos meses y semanas en diferentes estados del país.
 
Es probable que después de las elecciones del 3 de noviembre, 9 grupos milicianos inicien la violencia y enfrentamientos en al menos cinco estados.
 
El periódico USA Today informó que los cinco estados, Pensilvania, Georgia, Michigan, Wisconsin y Oregón, enfrentan el mayor riesgo de aumento de actividades de grupos armados antes y después de las elecciones.
 
Este informe menciona una actividad de mediano riesgo de los milicianos en los estados de Carolina del Sur, Texas, Virginia, California y Nuevo México
 
Los grupos de milicianos más activos en Estados Unidos son nueve, los cuales podrían entrar en acción en vísperas o después de las elecciones. Son los siguientes: 1) Three Percenters (Los tres por ciento), 2)  Proud Boys (Muchachos Orgullosos) , 3)  Oath Keepers (Custodios del Juramento), 4)  Light Foot Militia  (milicia Pie Ligero), 5) Civilian Defense Force (La Fuerza de Defensa Civil), 6) American Contingency, 7)  Patriot Prayer (Oración Patriota), 8) Boogaloo Bois (Muchachos Boogaloo) , 9) People's Rights (Derechos del Pueblo).
 
De los mencionados grupos, los Proud Boys (Muchachos Orgullosos) ha sido actualidad en las últimas semanas. Se estima que este grupo paramilitar tenga 22.000 miembros. Son firmes partidarios de Donald Trump y de su política migratoria, defendiendo el derecho a poseer y portar armas en Estados Unidos. Y desde que Trump llamara a este grupo de derecha a estar en alerta, su nombre se viene mencionando más que nunca en los medios estadounidenses.
 
El periódico británico The Guardian informó el 30 de octubre que los sindicatos de EE.UU. han amenazado con lanzar una huelga a nivel nacional en caso de que el presidente Donald Trump no acepte la derrota si su rival demócrata Joe Biden gana las elecciones presidenciales.
 
De ocurrir esta huelga general, será sin precedentes en la historia contemporánea de EE.UU., ya que la última huelga obrera en el país fue en 1946, que, desde luego, se limitó a Auckland, la ciudad más grande de California.
 
La federación obrera local en Rochester, Nueva York, fue el primer sindicato en apoyar formalmente la huelga, y los sindicatos de Seattle y Massachusetts también aprobaron resoluciones en apoyo a una huelga general de no aceptar Trump la derrota.
 
La Federación de Trabajadores de Rochester aprobó el 8 de octubre que esté preparada para una huelga general que involucre a todos los obreros estadounidenses, para que el traspaso del poder se lleve a cabo de manera legal y pacífica.
 
A su vez, la Federación Obrera y el Congreso de Organizaciones Industriales, la federación sindical más grande de Estados Unidos, han expresado su apoyo a Joe Biden.
 
Trump ha declarado reiteradas veces y en distintos discursos y diálogos que fracasará solo en el caso de que haya fraude y que no renunciará al poder si los resultados de las elecciones apuntan a su derrota.
 
P/FE/JP

 

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