EEUU en la semana que pasó (23 de mayo de 2016)
Saludos a todos los estimados oyentes. Estamos con Uds. con un programa más de la serie Estados Unidos en la semana que pasó y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales de EE.UU.
La semana pasada, el Senado de Estados Unidos dio visto bueno a un proyecto de ley que permite a los ciudadanos de este país demandar a Arabia Saudí por los ataques del 2001. La iniciativa fue aprobada unánimemente el pasado martes en la Cámara Alta del Congreso y ahora será remitida a la Cámara Baja para su aprobación. La iniciativa establece que los familiares de las víctimas de los atentados del 11-S de 2001 pueden demandar al Gobierno de Arabia Saudí para compensar sus pérdidas. Ahora bien, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, reaccionó respecto a la aprobación de dicho proyecto de ley y advirtió de que el presidente estadounidense, Barack Obama, impediría con su derecho a veto que entre en vigor dicho proyecto. Los familiares de los supervivientes de los atentados del 11-S buscan una compensación financiera de los saudíes al terrorismo e intentan condenar a la familia Al Saud, los bancos y los organismos benéficos de Arabia Saudí. Sin embargo, este intento ha fracasado en gran parte, sobre todo, por la Ley de Inmunidad Soberana de Estados Unidos de 1976, según la cual, da inmunidad a los países extranjeros ante las supuestas demandas en los tribunales de EE.UU. Ahora bien, Riad ha advertido a Washington que si los tribunales de EE.UU. inculpan, a través de la aprobación de la iniciativa citada, al Gobierno saudí por los atentados del 11-S de 2001, el país árabe sacará a subasta los activos de cientos mil millones de dólares que tiene en EE.UU. En el caso de que Arabia Saudí cumpla su amenaza, la economía estadunidense se enfrentará con un choque repentino. Últimamente, el Departamento de Tesoro de EE.UU. ha informado por primera vez en las últimas cuatro décadas que, a finales de marzo de 2016, Arabia Saudí posee 117 mil millones de dólares de los bonos del Departamento de Tesoro estadounidense. Al mismo tiempo, las presiones sobre la Casa Blanca han aumentado para desclasificar los documentos secretos que revelan el supuesto rol de Arabia Saudí en el 11-S de 2001. Del informe oficial publicado en 2003 acerca de los atentados de 2001, se han suprimido 28 páginas que tratan sobre la supuesta intervención del país árabe en los atentados mencionados. Dichos documentos conocidos como "las 28 páginas" se han clasificado con el pretexto de la seguridad nacional.
La semana pasada un juez federal a través de un veredicto consideró de inconstitucional la ley denominada "una Buena Razón" que limita la portación de armas, porque esta normativa, según el juez, contradice la segunda enmienda de la Constitución estadounidense. El pasado martes, el juez Richard León ordenó a las autoridades del Gobierno Federal que faciliten armas a los ciudadanos dejando de lado la ley de Buena Razón. En el caso de que entre en vigor esta orden judicial, los ciudadanos norteamericanos podrán comprar las armas de fuego con las condiciones más fáciles que nunca. Cabe mencionar que han sido siempre polémicas las normas relacionadas a la compra y la portación de armas en EE.UU. Pese a que 30 mil estadounidenses se convierten anualmente en víctimas de las violencias por armas de fuego en este país, los intentos para hacer reformas al respecto no han logrado resultados. El uso de armas de fuego en EE.UU. ha generado reiteradas veces tragedias increíbles. Y no es una sorpresa los sucesos como la masacre de Aurora de 2012, la del colegio de Sandy Hook o bien la de la Facultad de Virginia. Lo importante es que el comercio de armas en EE.UU. forma un mercado de unos 10 mil millones de dólares y la gran parte del beneficio logrado por la venta de armas en este país llena el bolsillo de los políticos y legisladores estadounidenses, mediante los lobbies influyentes como el de la Asociación Nacional de Armas de EE.UU. Además del comercio oficial y la compraventa libre de armas, también existen el mundo de los gánsteres, las redes de mafia y el negocio beneficioso de la compraventa ilegal de armas. Por lo cual no es una sorpresa que los legisladores estadounidenses y los lobbies de armas, apoyándose a la segunda enmienda de la Constitución de este país, sigan resistiendo ante las normas de portar armas.
La semana pasada, el presidente de EE.UU. informó de que han aumentado durante las últimas décadas las desigualdades económicas en su país. Obama en su discurso pronunciado en la ceremonia de graduación de los estudiantes en la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, señaló que durante las últimas décadas han incrementado constantemente las desigualdades. El presidente estadounidense hizo hincapié en que el 10 % de la población de EE.UU. cuentan con una riqueza superior al resto, mientras que el salario de millones de familias obreras no aumenta lo suficiente. Obama para enfrentar dicha situación, solicitó el aumento de los salarios, actualizar las infraestructuras y también reducir los gastos universitarios en EE.UU. Según los índices de distribución equitativa de la riqueza en la sociedad, EE.UU. tiene la peor situación entre los países desarrollados, es decir, ocupa en medio de la tabla mundial de distribución de la riqueza. Ya durante décadas y en comparación con muchos países desarrollados o incluso con los que están en vía de desarrollo, el poder económico de EE.UU. y los planes de bienestar de los Estados en EE.UU. no ha creado una sociedad justa para los ciudadanos estadounidenses. El beneficio en el sistema capitalista de EE.UU., como el prototipo más relevante del capitalismo mundial, junto con los ajustes y las normas a favor de los ricos, ha creado una brecha y desigualdad económica que asciende día a día. Por eso, no es de extrañar que unos 45 millones de personas, es decir, el 14 % de la población de uno de los países más ricos del mundo viva bajo el umbral de pobreza o, casi la misma cantidad de los ciudadanos norteamericanos carezcan de los seguros médicos. Por tanto, EE.UU. dispone entre los países desarrollados del peor sistema de cubertura seguro de salud. Cabe mencionar que, anualmente un gran número de los ciudadanos estadounidenses pierde la vida solo porque no pueden comprar los caros medicamentos o porque carecen de cualquier seguro de salud barato.
Estimados oyentes, hemos terminado el programa de hoy y nos despedimos de todos Uds. hasta la próxima semana.