Nov 29, 2020 05:35 UTC

ParsToday-En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados oyentes de la voz exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados Camino hacia la Luz donde comentaremos las aleyas del sagrado Corán.

Primeramente escucharán las aleyas 51, 52, 53, 54 y 55 de la sura El humo:
 
إِنَّ الْمُتَّقِينَ فِي مَقَامٍ أَمِينٍ
 
Los que teman a Alá, estarán en cambio, en lugar seguro.(51:44)
 
فِي جَنَّاتٍ وَعُيُونٍ
 
, entre jardines y fuentes,(52:44)
 
يَلْبَسُونَ مِنْ سُنْدُسٍ وَإِسْتَبْرَقٍ مُتَقَابِلِينَ
 
vestidos de satén y de brocado, unos enfrente de otros.(53:44)
 
كَذَلِكَ وَزَوَّجْنَاهُمْ بِحُورٍ عِينٍ 
 
Así será. Y les daremos por esposas a huríes de grandes ojos. (54:44)
 
يَدْعُونَ فِيهَا بِكُلِّ فَاكِهَةٍ آمِنِينَ 
 
Pedirán allí en seguridad, toda clase de frutas.(55:44)
 
En el programa anterior aludimos a la situación de los pecadores y opresores en el otro mundo. Estas aleyas explican la situación y las condiciones de los creyentes en el paraíso y dicen: ellos se encuentran en una seguridad completa. Los creyentes están lejos de cualquier pena, molestia, dolor y pérdida. Los piadosos son sin duda colocados en lugar de seguridad, disfrutando de las recompensas del Paraíso y a salvo de los tormentos del Infierno.
 
Los habitantes del paraíso viven en jardines y huertos y cerca de todo tipo de manantiales y cascadas, lo cual es muy emocionante y estimulante, y debido a que es diverso y diferente, los creyentes nunca se aburren de ese lugar.
 
En el mundo, las ropas de seda son famosas por su suavidad y belleza. Dios ha prometido a los habitantes del paraíso unos vestidos de seda en el otro mundo. Por supuesto, en varios diseños, colores y formas, para que siempre tengan una belleza, frescura y encanto deslumbrantes.
 
 
 
Hay amor y afecto entre los seres celestiales. Se sientan en sofás uno frente al otro en un período de pureza, intimidad y espiritualidad.
 
Dado que los instintos físicos del hombre están con él en el Día de la Resurrección, Dios dará unas esposas muy hermosas a los habitantes del paraíso que no las había dado ni siquiera a los habitantes de este mundo. Las esposas de los celestiales son de modo que si en el mundo no miraron a otras mujeres y no se contaminaron de ningún pecado, Dios les recompensará de la mejor manera en el otro mundo.
 
Otros deseos físicos humanos son comer y beber. Todo lo que pida la gente del Paraíso, se lo proporcionará en el otro mundo. Frutas que están listas para ser recolectadas y consumidas no solo en ciertas estaciones del año sino siempre en el árbol. Estas frutas coloridas y deliciosas siempre están disponibles y recogerlas no es una molestia para los humanos.
 
De estas aleyas aprendemos que:
 
1-    La tranquilidad y la seguridad completa son las más importantes bendiciones divinas en el paraíso que se ha aludido a ellas antes de otras bendiciones. En el paraíso, no existe el temor por los daños y peligros, la preocupación por la muerte y perder las bendiciones.
 
2-    Lo que dirige al ser humano hacia el paraíso de Dios, es respetar la piedad y alejarse de lo prohibido.
 
3-    Lo que es prohibido para cualquier persona por sus daños y peligros en este mundo, ofrece al ser humano en el paraíso a su mejor forma.
 
4-    Los habitantes del paraíso tienen unas reuniones amistosas y gozan de dialogar con otros creyentes.
 
 Ahora escuchamos las aleyas 56 y 57 de la sura El humo:
 
لَا يَذُوقُونَ فِيهَا الْمَوْتَ إِلَّا الْمَوْتَةَ الْأُولَى وَوَقَاهُمْ عَذَابَ الْجَحِيمِ
 
No gustarán allí otra muerte que la primear y Él les preservará del castigo del fuego de la gehena,(56:44)
 
 
فَضْلًا مِنْ رَبِّكَ ذَلِكَ هُوَ الْفَوْزُ الْعَظِيمُ 
como favor de tu Señor. ¡Ése es el éxito grandioso!(57:44)
 
Una de las preocupaciones continuas de los seres humanos en el mundo es el tema de la muerte. La muerte separa al hombre de sus familiares, amigos y demás pertenencias. Pero Dios ha prometido que los habitantes del paraíso ya no morirán y serán inmortales. Esta inmortalidad de los seres celestiales se ha mencionado en varios versos del Corán.
 
No solo la muerte no los separará del cielo, sino que nunca irán del cielo al infierno. Es posible que algunas personas por sus pecados primero se vayan al infierno, pero después de que sus corazones y almas se limpian de las manchas del pecado, van al cielo, pero no sucede lo contrario.
 
Sin embargo, quienes entraron en el Paraíso, Dios los perdonó por Su misericordia y los protegió del castigo del Infierno. Por lo tanto, ya no se preocupan por el tormento y el castigo.
 
El Corán a continuación alude a un punto importante y dice: Todas estas bendiciones se basan en la gracia divina. Porque naturalmente y de acuerdo con la rutina normal, los siervos de Dios debido a sus pequeñas y limitadas obras, no tienen derecho de recibir estas infinitas y eternas bendiciones. Pero Dios, por Su gracia, da todas estas bendiciones a las personas puras y justas y las hace tan exitosas que nunca se las puede imaginar a las personas de este mundo. Sin embargo, lograr todas esas recompensas, es una gran victoria para los habitantes del Paraíso, y esto solo se puede lograr a la sombra de la gracia de Dios.
 
De estas aleyas aprendemos que:
 
1-    Cada persona que entra al paraíso, no lo abandonará sino que, estará ahí eternamente.
 
2-    Alguien que en este mundo ignora sus peticiones mundanas y se aleja del pecado, Dios le protegerá del fuego de la gehena en el otro mundo.
 
3-    Nuestras obras buenas son pocas y limitadas en este mundo y no son comparables con las grandes bendiciones de Alá en el paraíso. Pues, el paraíso que Alá otorga a sus seres buenos, es por Su gracia y bendición.
 
Ahora escucharán las aleyas 58 y 59 de la sura El humo:
 
فَإِنَّمَا يَسَّرْنَاهُ بِلِسَانِكَ لَعَلَّهُمْ يَتَذَكَّرُونَ
 
En verdad, lo hemos hecho fácil en tu lengua. Quizás, así, se dejen amonestar.(58:44)
 
فَارْتَقِبْ إِنَّهُمْ مُرْتَقِبُونَ 
 
¡Observa, pues! Ellos observan…(59:44)
 
Estas aleyas que son las aleyas finales de la Sura El humo, en unas palabras dirigidas al profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) dicen: el objetivo de la revelación, es la amonestación para que los ignorantes dejen su negligencia y se cuiden más.
 
A diferencia de los libros científicos, de los que la mayoría de la gente común no se beneficia, el Corán, aunque su contenido es profundo, es simple, fluido y comprensible para todos los estratos del pueblo. Sus puntos son instructivos, su expresión es expresiva y sus razones son claras y contundentes. Por tanto, sus aleyas penetran en los corazones dispuestos y los despiertan.
 
Pero aquellos seres humanos que se basan en la negación, la oposición y la terquedad, no importa cuántas aleyas se les reciten, no se les recuerda. Porque no quieren aceptar la verdad. Al igual que alguien que se duerme y no importa cómo lo llamen, no reacciona. Esos infieles, incrédulos y negadores están esperando tu fracaso y derrota en tu religión, y también tú estás esperando la promesa divina sobre la victoria de la verdadera religión sobre los infieles obstinados y la destrucción de la incredulidad y el politeísmo.
 
De estas aleyas aprendemos que:
 
1-    Las enseñanzas coránicas tienen que pronunciarse  con una lengua sencilla y entendible para toda la gente; ya que, el objetivo de las aleyas del Corán es la orientación de todo el mundo no un grupo o una población especial.
 
2-   Dios al enviar los libros celestiales y la elección de los profetas, ha explicado todo para la gente. Si alguien no acepta intencionalmente la verdad, tiene que esperar el castigo divino.
 
Estimados oyentes, finalizado el tiempo de nuestro programa de hoy, nos despedimos de todos ustedes hasta una nueva emisión y esperamos sus opiniones y propuestas al respecto.
 
 
 
P/MK/RH

 

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