EEUU en la semana que pasó (5 de junio de 2016)
Saludos a todos los estimados oyentes. Estamos con Uds. con un programa más de la serie Estados Unidos en la semana que pasó y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales de EE.UU.
La semana pasada, el presidente de la Cámara Baja del Congreso de EE.UU., el republicano Paul Ryan, apoyó al polémico precandidato republicano, Donald Trump, para las próximas elecciones presidenciales. Ryan, quien había evitado respaldar durante varias semanas a Trump, finalmente, dijo el pasado jueves a través de un menaje en su cuenta de Twitter que votará en las elecciones del próximo mes de noviembre al multimillonario neoyorquino, Trump. Ahora bien, las tensiones han escalado contra Ryan por su demora en apoyar al candidato polémico; puesto que con la renuncia de los rivales de Trump antes de que se acabaran las competencias internas del partido, este multimillonario se ha convertido informalmente en el candidato final del Partido Republicano en las elecciones del nuevo inquilino de la Casa Blanca. Desde el inicio de las campañas a las primarias presidenciales en los partidos Republicano y Demócrata, el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU. había criticado varias veces y explícitamenteb las posturas de Trump, como la propuesta para prohibir la llegada de los musulmanes a EE.UU. También se enumeran los asuntos relacionados con los acuerdos comerciales, la seguridad social, la planificación familiar y la inmigración como otras divergencias entre estas dos figuras conocidas del Partido Republicano. Sin embargo, el interés sorprendente de los votantes hacia Trump ha obligado a Ryan a ofrecer su apoyo al polémico candidato, al igual que a otros altos miembros del partido conservador. Desde el comienzo de las competencias a las primarias presidenciales, los líderes republicanos estaban preocupados de que las posturas controvertidas de Trump bajaran los votos de este partido en las elecciones del próximo noviembre. Y por lo visto, pese al respaldo de los simpatizantes republicanos a Trump, aún este asunto sigue siendo un dolor de cabeza. Por eso, el pasado jueves, un diputado republicano en la Cámara Baja, Tom Cole, consideró preocupantes las declaraciones de Trump acerca de la necesidad de impedir el ingreso de los musulmanes a EE.UU. pues, recordó, son contrarias a la Constitución de este país. Hace dos días, Mitch McConnell también expresó una inquietud similar. Insistió a su vez en la necesidad de mejorar las relaciones con la comunidad musulmana en EE.UU. Más tarde, McConnell en una entrevista llevada a cabo con CNN precisó su intranquilidad que las ideas de Trump afectará en forma negativa los relaciones entre el partido republicano con los votantes de origen latino. McConnell expresó sus preocupaciones mientras que un grupo de defensores de los votos de los votantes hispánicos puso en marcha la semana pasada una campaña contra la propuesta de Trump para construir un muro en las fronteras de EE.UU. y México.
La semana pasada, la manipulación de un video de la rueda de prensa del Departamento de Estados de EE.UU. sobre Irán fue uno de los titulares importantes. El portavoz del Departamento de EE.UU., John Kirby, reconoció el pasado miércoles que se ha borrado una parte de un video relacionado a una rueda de prensa realizada en diciembre de 2013 de la portavoz del Departamento de EE.UU. de aquel entonces, Jen Psaki, porque un alto funcionario de EE.UU. así lo ha querido. En una parte de la rueda de prensa, el reportero de Fox News James Rosen le preguntó a Psaki que si el anterior portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. ha engañado sobre las primeras negociaciones entre Teherán-Washington. Psaki en respuesta dijo que a veces estos asuntos son inevitables para que avance la diplomacia. En reacción a esta controversia, el portavoz de la Casa Blanca consideró esta actitud contraria a los criterios del Departamento de Estado y agregó que el actual secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, tachó la acción citada de inapropiada y estúpida. Aún no se sabe quién ha sido la autoridad estadounidense que ordenó borrar una parte de dicha rueda de prensa pero, tampoco el Departamento de Estado de EE.UU. pretende llevar a cabo una investigación al respecto. Lo cual ha indignado a los críticos del Gobierno que le acusan por sus actitudes en secreto y por desviar a la opinión pública de EE.UU. durante las negociaciones nucleares con Irán. Por ello, la semana pasada, algunos de los altos miembros del Partido Republicano en el Congreso de EE.UU. han exigido realizar más estudios para esclarecer el asunto. Ahora bien, el Comité de supervisión de la Cámara Baja de EE.UU. ha comenzado la investigación al respecto y, ha exigido al Departamento de Estado que facilite documentos necesarios al respecto. El Gobierno de EE.UU. está acusado de engañar en informar sobre las negociaciones nucleares con Irán mientras que previamente, las declaraciones de Ben Rodhes, uno de los altos asesores del presidente estadounidenses, había provocado una controversia. Rodhes había reconocido en una entrevista llevada a cabo con el diario New York Times que, al respecto, el Gobierno ha intentado engañar a los medios de comunicación.
La semana pasada, la Agencia Independiente de Revisión Policiaca (IPRA por sus siglas en inglés) puso en marcha una base de datos sobre información relacionada con una investigación realizada por dicha agencia respecto a más de 100 casos de maltratos de la policía de Chicago. El pasado viernes fue difundido un video en el que se observa la violencia de la policía de Chicago. El material fue grabado a través de las cámaras instaladas en los cascos de los agentes y dentro de los automóviles de la policía o, a través de las cámaras ocultas en las calles, o bien a través de imágenes captadas por los teléfonos móviles. La jefa de la Agencia Independiente de Revisión Policiaca, Sharon Fairley, en una rueda de prensa hizo referencia a que ha aumentado la desconfianza en la policía estadounidense y expresó su esperanza de que la publicación de dichos datos sea un paso positivo para crear la confianza y transparencia.
Estimados oyentes, hemos terminado el programa de hoy y nos despedimos de todos Uds. hasta la próxima semana.