Jun 23, 2019 08:04 UTC

ParsToday-En el nombre de Dios, todopoderoso. Bienvenidos a nuestro programa semanal "Camino hacia la luz" en el que le presentamos una explicación fluida y fácil de entender las aleyas del Sagrado Corán.

Primeramente leemos la aleya 29 de la sura de Los grupos:

ضَرَبَ اللَّهُ مَثَلًا رَجُلًا فِيهِ شُرَكَاءُ مُتَشَاكِسُونَ وَرَجُلًا سَلَمًا لِرَجُلٍ هَلْ يَسْتَوِيَانِ مَثَلًا الْحَمْدُ لِلَّهِ بَلْ أَكْثَرُهُمْ لَا يَعْلَمُونَ

 

Alá propone el símil de un hombre que pertenece a socios que no están de acuerdo y el hombre que pertenece exclusivamente a uno. ¿Son ambos similares? ¡Alabado sea Alá! Pero la mayoría no saben.(29:39)

 

La aleya que te recitamos ahora tiene la forma de una alegoría para representar la amplia diferencia entre monoteístas y politeístas.

Los monoteístas están totalmente dedicados a la adoración del Único Dios y obedecen completamente Sus mandamientos, que no tienen ninguna contradicción, mientras que los politeístas están preocupados en todo momento por cómo satisfacer sus diferentes deidades y de qué manera, ya que estos dioses imaginarios se contradicen entre sí, y en ocasiones se supone que se engañan y luchan entre sí, lo que resulta en el desconcierto de los idólatras.

Así, el Sagrado Corán ilustra los destinos de los politeístas y monoteístas mediante el empleo de la similitud según la cual un esclavo pertenece a varios amos, cada uno de los cuales le ordena que haga algo y el punto es que las órdenes son contradictorias. Tal esclavo está perplejo en cuanto a qué orden debe tomar. Para agregar el daño, todos y cada uno de los maestros piden que cumpla con sus  demandas, mientras el esclavo está indeciso, y se encuentra miserable e indigente.

En contraste, un monoteísta, es como el esclavo de un solo maestro, cuyas órdenes son específicamente claras y obedientemente actúa en consecuencia, sin duda, perplejidad o contradicción. Más bien, un monoteísta toma sus pasos con calma y confianza, ya que está bajo la tutela de un solo maestro que lo apoya en cualquier lugar y en cualquier momento.

Significa que los dos, es decir, el monoteísta y el politeísta no pueden considerarse iguales. Los politeístas carecen de paz mental, tranquilidad de corazón y un camino claro para recorrer.

La aleya termina con la alabanza de Dios Todopoderoso, cuya infinita misericordia y protección que los creyentes buscan a través de la obediencia a Él en el camino recto e inquebrantable, mientras que los politeístas persisten en su estado de ignorancia ya que no están dispuestos o no pueden reunir el coraje para usar su El intelecto dado por Dios para elegir el camino correcto.

Es interesante observar que, mientras estaba en prisión en Egipto, el profeta José (la paz sea con él) utilizó esta misma discusión racional para despertar las mentes de los internos y convertirlos en monoteístas acérrimos.

 

De esta aleya aprendemos que:

 

1.     Un monoteísta solo piensa en el placer de Dios Todopoderoso, pero el politeísta tiene que buscar la satisfacción de varias de sus deidades, y no es posible satisfacerlas todas porque los deseos y características que se les atribuyen son muy diferentes.

 

2.     Debemos usar el intelecto de una manera razonable y racional para separar la verdad de la falsedad, en lugar de adherirnos ciegamente a los caminos de los antepasados.

 

Ahora leemos las aleyas 30 y 31 de la sura de Los grupos:

إِنَّكَ مَيِّتٌ وَإِنَّهُمْ مَيِّتُونَ

Tú tienes que morir y ellos tienen que morir.(30:39)

 

ثُمَّ إِنَّكُمْ يَوْمَ الْقِيَامَةِ عِنْدَ رَبِّكُمْ تَخْتَصِمُونَ 

Luego, el día de la Resurrección, disputaréis junto a vuestro Señor.(31:39)

 

El fin de toda la humanidad, ya sea creyente e incrédulo, es la muerte y ningún ser humano en la tierra tiene vida eterna. Incluso los Profetas de Dios no están excluidos de esta ley general. Por ejemplo, si los enemigos del Profeta del Islam deseaban que muriera, deberían saber que ellos también morirán. Aleya 34 de la sura Los Profetas dice: No hemos hecho eterno a ningún mortal antes de ti. Muriendo tú, ¿iban otros a ser inmortales?

La muerte, sin embargo, no es el final, y es solo una puerta de entrada a la vida después de la muerte y el Día de la Resurrección, en el que todos se levantarán para el juicio final. Significa que en ese día, los monoteístas y los politeístas se enfrentarían entre sí, y su conversación muestra que si los creyentes agradecen a Dios por haberlos guiado al camino de la justicia y la salvación, los politeístas, los ateos y todos los demás incrédulos se arrepentirán. El día y luego de mucha disputa entre ellos, reconocen la falsedad en la que se atraparon al negarse a prestar atención a los signos manifiestos de guía hacia el Único Creador.

 

De estas aleyas aprendemos que:

 

1.     La muerte es la ley definitiva de Dios para todos los seres humanos, incluidos los profetas, los imanes y los santos, ya que nadie, excepto el Creador Todopoderoso, es inmortal.

 

2.     En el Día del Juicio, diferentes grupos hablarán unos contra otros y tratarán de acusar a los demás al intentar absolverse de su culpa manifiesta, pero ese día, Alá, el Sabio y el Todo Justo, los juzgará. La misericordia es justa incluso para los pecadores e incrédulos.

 

Ahora leemos la aleya 32 de la sura de Los grupos:

فَمَنْ أَظْلَمُ مِمَّنْ كَذَبَ عَلَى اللَّهِ وَكَذَّبَ بِالصِّدْقِ إِذْ جَاءَهُ أَلَيْسَ فِي جَهَنَّمَ مَثْوًى لِلْكَافِرِينَ 

¿Hay alguien que sea más impío que quien miente contra Alá y que, cuando viene a él la Verdad, la desmiente? ¿No hay en la gehena una morada para los infieles?(32:39)

 

Esta aleya se refiere a aquellas personas que negaron la verdad manifiesta y se negaron a aceptar las palabras de Dios reveladas a través de los profetas.

Los incrédulos que niegan la existencia de Dios, o aquellos politeístas que, debido a sus creencias extrañas, le dan atributos falsos a Dios, ambos niegan la verdad y la consideran mentira. Naturalmente, los actos malvados y las malas acciones de estas personas en el mundo los llevan al infierno.

De esta aleya aprendemos que:

 

1.     Más que la opresión económica y social es la opresión de los pensamientos y la cultura en la sociedad, el ejemplo más vívido es negar la verdad manifiesta revelada por Dios y atribuirle falsedad.

 

2.     La obstinación y la parcialidad son los factores que hacen que una persona niegue la verdad y sufra las consecuencias.

A/MK/RH