Sura Que perdona (Gafir), versos 26-28(Parte:864)
Oct 20, 2019 11:25 UTC
ParsToday-En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados amigos de la voz exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados Camino hacia la Luz donde conocerán los comentarios las aleyas del sagrado Corán.
Primero escucharán la aleya 26 de la sura Que perdona:
وَقَالَ فِرْعَوْنُ ذَرُونِي أَقْتُلْ مُوسَى وَلْيَدْعُ رَبَّهُ إِنِّي أَخَافُ أَنْ يُبَدِّلَ دِينَكُمْ أَوْ أَنْ يُظْهِرَ فِي الْأَرْضِ الْفَسَادَ
Faraón dijo: ¡Dejadme que mate a Moisés, y que invoque él a su Señor! Temo que cambie vuestra religión, o que haga aparecer la corrupción en el país.(26:40)
La semana pasada, explicamos que cuando Moisés invitó al tiránico gobernante egipcio y a sus cortesanos a renunciar a la arrogancia y al culto a las deidades, y a obedecer los mandamientos del Único Creador del universo, y liberar a los israelitas monoteístas de la esclavitud, el arrogante Faraón y su ministro igualmente malvado, Hamán, a pesar de presenciar los milagros manifiestos del Profeta, lo ridiculizaron como un hechicero, idearon conspiraciones contra él y decidieron matar a los jóvenes y hombres creyentes, y mantener vivas a las mujeres para explotarlas y tenerlas como sirvientas.
La aleya que recitamos ahora significa decir que el Faraón consultó con sus cortesanos sobre matar a Moisés y ver si Dios lo salvaría. Consciente de lo dudoso de su propio credo contra la lógica y la racionalidad presentada por Moisés, el Faraón trató de justificar su decisión de matar al Profeta con el temor de que si se le permitía continuar su misión, cambiaría la religión del pueblo egipcio a través de su convincente debate y así dañar irreparablemente los intereses creados de la camarilla gobernante. Parece que muchos de los cortesanos estaban en contra de la muerte de Moisés; no porque lo amaran, sino por temor a que a través de sus actos milagrosos les echara una maldición.
De esta aleya aprendemos que:
1.- Es una práctica común de los gobernantes tiránicos tratar de matar a los líderes del Camino de la Verdad, ya que no tienen lógica para defenderse de la argumentación racional.
2.- Para Faraón y todos los demás tiranos a lo largo de la historia, la religión no es más que adorar ídolos y propagar su pompa y poder, para justificar y proteger su gobierno, o más apropiadamente su falta de dominio.
3.- La calma superficial y la seguridad de los estados tiránicos se basan en la represión y cualquier cosa que racionalmente desafíe su reclamo, se representa como corrupción.
Ahora escucharán la aleya 27 de la sura Que perdona:
وَقَالَ مُوسَى إِنِّي عُذْتُ بِرَبِّي وَرَبِّكُمْ مِنْ كُلِّ مُتَكَبِّرٍ لَا يُؤْمِنُ بِيَوْمِ الْحِسَابِ
Moisés dijo: Me refugio en mi Señor y Señor vuestro contra todo soberbio que no cree en el día de la Cuenta.(27:40)
Esta aleya significa decir que, en respuesta a las amenazas del Faraón, Moisés con total confianza buscó refugio en el Poder Infinito de Dios Todopoderoso, demostrando así que no temía a los arrogantes ni a los que no tienen fe en el Día de la Resurrección y el Juicio Divino
Está claro que el Profeta Moisés tenía plena confianza en Dios Supremo, que lo había salvado desde su nacimiento cuando el Faraón estaba matando a todos los bebés varones por temor a que el redentor profetizado naciera y pusiera en peligro su régimen despótico. Fue Dios, el Altísimo quien se había asegurado de que Moisés creciera en el palacio del Faraón mismo, y ahora, al recibir la misión divina de invitar a los egipcios hacia el monoteísmo y la verdad, es solo Dios quien lo protegerá de cualquier complot contra su vida, ya que los incrédulos no pueden hacer nada.
De esta aleya aprendemos que:
1.- Debemos buscar refugio en Dios Todopoderoso contra los enemigos, ya que todos los asuntos están bajo control divino.
2.- La arrogancia y la tiranía son rasgos faraónicos, de los cuales los creyentes nunca deberían tener miedo.
3.- Las estratagemas de aquellos que no tienen fe en el Día de la Resurrección y el Juicio Divino siempre quedan en nada.
Ahora escucharán la aleya 28 de la sura Que perdona:
وَقَالَ رَجُلٌ مُؤْمِنٌ مِنْ آلِ فِرْعَوْنَ يَكْتُمُ إِيمَانَهُ أَتَقْتُلُونَ رَجُلًا أَنْ يَقُولَ رَبِّيَ اللَّهُ وَقَدْ جَاءَكُمْ بِالْبَيِّنَاتِ مِنْ رَبِّكُمْ وَإِنْ يَكُ كَاذِبًا فَعَلَيْهِ كَذِبُهُ وَإِنْ يَكُ صَادِقًا يُصِبْكُمْ بَعْضُ الَّذِي يَعِدُكُمْ إِنَّ اللَّهَ لَا يَهْدِي مَنْ هُوَ مُسْرِفٌ كَذَّابٌ
Un hombre creyente de la familia de Faraón, que ocultaba su fe, dijo: ¿Vais a matar a un hombre por el mero hecho de decir: Mi Señor es Alá, siendo así que os ha traído las pruebas claras de vuestro Señor? si miente, su mentira recaerá sobre él. Pero, si dice verdad, os alcanzará algo de aquello con que os amenaza. Alá no dirige al inmoderado, al mentiroso.(28:40)
Esta aleya apunta a ayuda invisible. Un miembro de la familia de Faraón, al escuchar los debates racionales de Moisés y presenciar los Milagros Divinos, había creído secretamente en la misión del Profeta, pero consideró imprudente revelar su fe, ya que la atmósfera en la corte estaba en contra del monoteísmo. Ahora, cuando el Faraón dejó en claro su intención de matar al Profeta de Dios, este firme creyente en el monoteísmo valientemente dio un paso adelante y anuló la conspiración a través de su prudencia. Aconsejó tomar cualquier decisión apresurada, simplemente por el hecho de que Moisés dijo que era un Profeta de Dios. Además, dijo: Hemos escuchado sus argumentos racionales y los milagros manifiestos que realizó.
Este dignatario egipcio justo disuadió al Faraón y su camarilla, primero diciendo que Moisés, que había crecido en el palacio real, no merece un castigo tan duro; en segundo lugar, confrontar a una persona de palabras sólidas y carácter digno conllevará peligros; tercero, no es necesario que el gobernante tome una acción tan severa, ya que si Moisés es un mentiroso, Dios lo castigará; y cuarto, no es posible que Moisés tenga razón, y en tal caso nosotros, los egipcios, sufriremos el Castigo Divino.
De esta aleya aprendemos que:
1.- Fue la Divina Providencia la que organizó una ayuda invisible para el Profeta Moisés desde el círculo cercano del Faraón, a través de una persona que había creído secretamente en el monoteísmo, lo que significa que nunca debemos estar desesperados por la esperanza en la Divina Misericordia.
2.- A veces, es prudente ocultar la creencia de uno en una atmósfera opresiva, de modo que se puedan aprovechar las oportunidades para informar a los creyentes de antemano y anular algunas de las conspiraciones de los enemigos.
3.- Al hablar con los oponentes, debemos ser racionales y no emocionales, como lo hicieron los Mo'men Aal-e Fir’oun o el Creyente del pueblo del faraón, para salvar la vida del Profeta Moisés a través del discurso racional.
P/MK/RH
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