Nov 04, 2019 07:49 UTC

ParsToday - Aunque han pasado muchos años de la Revolución Industrial y pese a las consignas del mundo occidental sobre la igualdad de género, las mujeres siguen siendo discriminadas en el entorno de trabajo, desde diferencias salariales hasta la asignación de empleos triviales y sin ascenso. Las estadísticas y las pruebas disponibles confirman este hecho. En la décima parte del espacio titulado “Posición de la mujer en el Occidente”, vamos a hablar más al respecto.

Después de la Revolución Industrial, la demanda de mano de obra aumentó dramáticamente, y las fábricas en el mundo industrializado exigieron mayor fuerza laboral. Los empleadores naturalmente exigían mano de obra barata, lo que puso el empleo de las féminas en el mundo occidental en el centro de la atención. El historiador estadounidense Will Durant escribe al respecto: “Las mujeres eran trabajadoras más baratas, y los empleadores las preferían a los hombres rebeldes y caros”. 
 
Uno de los temas más importantes sobre la desigualdad de género en el mundo occidental de hoy es que a las mujeres empleadas se les paga menos que a los hombres. Ruth Pearson, profesora de la Universidad de Leeds en Inglaterra, dice: “Aunque todas y cada una de las trabajadoras sienten la libertad personal por tener ingreso independiente y aumento de la independencia económica, todas ellas saben que lo que ganan es mucho más menos de lo que ganan los hombres”. En las últimas décadas, ha habido buenos avances en algunos países occidentales, incluidos los escandinavos, y Australia, en términos de la igualdad de género, particularmente en la educación y el empleo, pero las mujeres aún ganan menos que los hombres, y es poco probable que puedan gozar de las oportunidades de promoción.
 
Según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), Islandia está clasificada como el mejor país en términos de igualdad económica entre diferentes géneros, ya que la relación del salario de la mujer respecto al del hombre en ocupaciones iguales, es alta, pero, aun así, esta relación es del 75 %. Asimismo, Suecia ocupa el cuarto lugar en la lista del WEF, con un alto nivel de igualdad salarial. En Suiza, si bien las mujeres estudian tanto como los hombres, y donde el índice de participación femenina ha aumentado significativamente, el sueldo de las mujeres en el mercado laboral sigue siendo más bajo que el de los hombres. Las restricciones para algunos trabajos y el sueldo más bajo han hecho que las mujeres suizas se inclinen más a trabajar a tiempo parcial. En la actualidad, la brecha salarial entre hombres y mujeres en Suiza es de alrededor del 7 % a favor de los primeros.
 
En Canadá, pese a múltiples esfuerzos para reducir la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, actualmente en trabajos a tiempo completo, a las mujeres se les paga 88 centavos y a los hombres, un dólar por hora, como promedio. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que publica periódicamente estadísticas sobre el desempeño económico de los Estados miembros, así como los resultados de la investigación económica sobre las perspectivas de la economía global, difundió recientemente un informe donde dice que, en los últimos cinco años, ha habido muy pocos avances en la eliminación de las desigualdades jurídicas entre ambos sexos en los países miembros. En Francia, las mujeres ganan como promedio un 10 % menos que los hombres. Según la Oficina del Censo de EE.UU., y al comparar el sueldo promedio de hombres y mujeres en las ocupaciones iguales y con las mismas horas de trabajo, la brecha salarial para los hombres en EE.UU. era un promedio del 22 % en 2014.
 
La diferencia salarial entre hombres y mujeres en las sociedades occidentales no se limita al sector público, sino que se extiende incluso al cine. En 2014, el salario total de diez actrices mejores de Hollywood fue de 226 millones de dólares. Pero los hombres tenían condiciones mejores, ya que los diez actores masculinos mejores ganaron casi el doble que las mujeres: 419 millones de dólares. Según el Centro de Estudio de la Mujer en la Televisión y el Cine de la Universidad Estatal de San Diego, solo el 12% de los principales roles de los éxitos de taquilla ha sido otorgado a las féminas, de las cuales ninguna ha tenido más de 45 años. La destacada actriz de Hollywood Meryl Streep dice que la discriminación de género ha dificultado la producción de películas para las mujeres en Hollywood. Streep, que ha ganado varias veces el Oscar a la Mejor Actriz principal, dice sin embargo que su sueldo es mucho más bajo que el de los actores masculinos.
 
 
Los resultados de un estudio publicado recientemente muestran que las mujeres tienen que esperar otros 217 años para poder ganar el mismo salario que los hombres por el mismo trabajo y disfrutar de las mismas oportunidades de empleo. Estas estadísticas apuntan a la mayor brecha entre ambos sexos en la última década.
 
Para los expertos, hay varias razones para la diferencia salarial entre hombres y mujeres. La primera es que las mujeres generalmente no tienen el poder de negociación para cobrar más dinero en el lugar de trabajo. La segunda responde a sus características físicas y biológicas, ya que, en algunos periodos de tiempo de su vida, enfrentan el embarazo y el parto, por lo que naturalmente se quedan lejos del entorno laboral. Esto, debido a la falta de servicios legales y de apoyo, amenaza la seguridad laboral de las mujeres y permite a los empleadores abusar de ellas. Finalmente, la tercera razón es la violencia de género que enfrentan las mujeres en el lugar de trabajo, la cual provoca que ellas prefieran trabajar donde se sienten más seguras, en lugar de obtener sueldos más altos.
 
Según la información disponible, las mujeres occidentales no solo reciben menos sueldo que los hombres, sino que también trabajan por más horas. Según las cifras difundidas en los países desarrollados, las mujeres empleadas trabajan un promedio de ocho horas y nueve minutos al día, mientras que los hombres trabajan siete horas y 36 minutos al día. Los informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) también muestran que, en las economías desarrolladas, las mujeres pasan al menos 9 horas y 20 minutos diarios en el ambiente laboral, mientras que los hombres hacen el mismo trabajo durante ocho horas y siete minutos. Igualmente, las féminas enfrentan, al menos 2.5 veces que los hombres, las demoras en el pago de sueldos o la falta de atención durante el trabajo.
 
Estas discriminaciones ocupacionales no se basan en la capacidad de las mujeres sino en el género, convirtiéndose en obstáculos para su crecimiento y avance en el entorno laboral. En Alemania, por ejemplo, la participación femenina en trabajos de primer nivel es solo del 6.7 %, o en EE.UU. la mayoría de los industriales y gente de negocios son varones. Asimismo, un estudio del Instituto Británico de Mujeres Periodistas, muestra que, de los 9 periódicos publicados a nivel nacional en el Reino Unido en 2012, el 82 % de los titulares de las portadas fueron escritos por los hombres y solo el 18 % lo fueron por las mujeres. De igual modo, los estudios hechos en Europa y EE.UU. indican que el número de los escritores masculinos en los medios es cuatro veces más que el de las mujeres.
 
Por lo tanto, se puede ver que, pese a las consignas de los occidentales sobre la igualdad de género y la libertad femenina, los derechos de la mujer todavía se están violando en muchos casos. Tanto es así que incluso el derecho a la maternidad de las mujeres occidentales a veces se ignora para preservar su posición ocupacional. De este tema hablaremos más en el próximo programa. Nos despedimos de todos ustedes hasta entonces.
 
P/FE/NL