Nov 30, 2019 10:04 UTC

ParsToday - Al parecer, los ámbitos de la propuesta del nefasto acuerdo del siglo, encabezada por Estados Unidos y el Lobby sionista en la región, se han dado con base en tres ejes la política, la geografía y la economía. Desde el aspecto político, los diseñadores del citado plan han considerado los acontecimientos en tres niveles: dentro de Palestina, regional y transregional.

De hecho, los diseñadores de este nefasto plan pensaban que los acontecimientos en diferentes niveles han preparado un adecuado ámbito para la ejecución del plan de reconciliación que pretendía realizar Washington en Palestina. Desde el aspecto interno, los estadounidenses habían contado mucho con las discrepancias de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) con los grupos de Resistencia para poder ejecutar su plan.
 
Desde el pasado, existe discrepancia entre las diferentes corrientes palestinas como Al-Fatah y el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina, HAMAS, en el ámbito intelectual y operativo. Los enemigos regionales y transregionales de Palestina se aprovechan de estas diferencias para conseguir sus propios anpobjetivos e intereses. Desde el principio, el Movimiento Al-Fatah se esforzó para materializar los derechos de los palestinos, según su imaginación, a través de la reconciliación política con los sionistas. En el ámbito interno de Palestina y debido a la desviación intelectual de algunas fuerzas de alto rango de Al-Fatah, se debilitó la base social de este movimiento entre la gente. Por ende, el movimiento HAMAS alcanzó la mayoría de los votos en las elecciones legislativas de Palestina en 2007 y formar gobierno. De ahí que la llegada de HAMAS a la escena política no les favorecía a los sionistas ni a los partidarios de Al-Fatah, se profundizó la pelea entre ambos grupos políticos sobre la identidad del gobierno formado por Ismail Haniyah.
 
La discrepancia disminuyó al principio tras la firma de un acuerdo para la formación de un gobierno de Unidad Nacional, pero después de que HAMAS tomara el control de los centros de seguridad debido a “posibilidad de un golpe de estado de Al-Fatah contra el gobierno de Haniyah” la relación entre estos dos grupos se convirtió casi en una enemistad. Como consecuencia, la Autoridad Nacional Palestina trasladó su base a Cisjordania y al formar un gobierno de la ANP, no reconoció el gobierno de Haniyah.   
 
Hoy en día, la discrepancia se ha convertido en una herramienta para el saqueo de los recursos de Palestina y la desviación de la opinión publica del mundo del Islam de la meta de Al-Qods (Jerusalén) y al final, el dominio del régimen israelí sobre los palestinos. EE.UU. y el régimen israelí atendían las antiguas discrepancias entre HAMAS y Al-Fatah y no imaginaban que los grupos palestinos tomen una postura unida contra el plan del acuerdo del siglo.
 
Aparte de eso, tras el inicio de la crisis de Siria en 2011, surgieron discrepancias internas en HAMAS sobre la cooperación o enfrentamiento con el sistema político de Siria. Esta diferencia, además de preparar un terreno para la penetración de los países reaccionarios árabes ribereños al Golfo Pérsico, Egipto y Jordania, allanó también el ámbito para ofrecer el plan del acuerdo del siglo. Además del aspecto palestino, desde el punto de vista de EE.UU. y el régimen israelí, los acontecimientos en la región preparaban el ámbito para la implementación del acuerdo del siglo. Entre estos acontecimientos regionales figuraban los sucesos relacionados con Arabia Saudí. La lucha por poder en Riad, aunque tiene una antigüedad histórica, pero en los últimos años y con los polémicos actos de Mohamad Bin Salman y el encarcelamiento de varios príncipes herederos y opositores de Al Saud entraron en una nueva y por supuesto peligrosa fase. Estas peleas han ido más allá de las fronteras políticas dentro de Arabia Saudí y han llegado al otro lado de la región, de tal modo que la llama de este fuego está quemando al inocente pueblo palestino.
 
Mohamad Bin Salman, como el príncipe heredero y el arrogante ministro de Guerra se esfuerzo por allanar el camino para convertirse en rey, aprovechándose de la penetración del régimen israelí y EE.UU. en el ámbito de Inteligencia y Seguridad. Por eso y a fin de atraer la satisfacción del régimen israelí, no solo persigue las políticas de este ente en la región, sino también se ha convertido en práctica en una herramienta para que los líderes israelíes consigan sus aspiraciones; de tal modo que entre los países reaccionarios árabes patrocinadores del plan del acuerdo del siglo, Arabia Saudí figura en la primera línea de la traición contra la meta de Palestina. El régimen saudí se preocupa por el aumento de la influencia y la reputación de Irán en la región y particularmente en Palestina y continúa con su esfuerzo para el cumplimiento de esta reconciliación a través de una campaña del malvado plan del acuerdo del siglo.
 
La lucha por el poder dentro de Arabia Saudí y la necesidad de Bin Salman a los apoyos de los servicios de inteligencia israelí hicieron que no solo Al Saud acompañe el plan del acuerdo del siglo, sino que prepare los ámbitos del plan y su cumplimento más que antes.
 
En los últimos años, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Baréin, junto con EE.UU. y el régimen israelí han provocado muchas guerras sangrientas en países musulmanes. En este mismo asunto, han hallado un adecuado ámbito para la ejecución del plan del acuerdo del siglo. Según el punto de vista de los países occidentales y sus aliados reaccionarios árabes, si se cumple este plan ya no habrá Palestina ni Al-Qods como eje de la Resistencia.
 
Además de los acontecimientos relacionados con el nivel interno y regional, desde la dimensión transregional, el frente de reconciliación imaginaba que, tras el fortalecimiento del partido derechista en algunos países europeos, la desviación de la opinión publica del mundo sobre los crímenes del régimen israelí hacia los crímenes de los grupos terroristas y takfiríes como Daesh, se ha preparado un adecuado terreno para la ejecución del malvado plan del acuerdo del siglo. Con todo, ninguno de los cálculos de los países occidentales y sus aliados reaccionarios árabes salió correcto. Todos los grupos palestinos tomaron una postura unida en la oposición al malvado plan del acuerdo del siglo. La Autoridad Nacional Palestina en paralelo con HAMAS y la Yihad Islámica expresaron su oposición a este nefasto plan.
 
Desde el aspecto regional, las notables victorias del eje de la Resistencia contra el terrorismo takfirí en Irak y Siria, así como los fracasos del reaccionario eje arabí en Yemen, dificultaron la situación para la ejecución de este plan. El eje de Resistencia islámica que está compuesta por Irán, Siria, Irak, El Líbano, Yemen y los grupos en Baréin y Palestina, ha complementado sus victorias, a través de la lucha contra el dominio y la ocupación, en Siria, Irak, Yemen, El Líbano y La Palestina. Estas victorias han tenido muchos logros. Entre estos beneficios se puede mencionar el fracaso de los planes de reconciliación, como el malvado plan del acuerdo del siglo, el fortalecimiento de la resistencia palestina y el fracaso de la grandeza del sistema del dominio y el régimen israelí en las guerras de los 33 días, 22 días y 51 días y el fracaso de Daesh en Siria e Irak.  
 
De esta manera, con la equivocación en los cálculos de EE.UU. y el régimen israelí sobre los acontecimientos regionales e internos en Palestina, fracasó el plan del acuerdo del siglo e incluso las propagandas mediáticas del sistema del dominio no lograron el visto bueno de la opinión publica de EE.UU. y el mundo.
 
El experto iraní en los asuntos de Palestina, Mohamd Abdulahi en una nota bajo el título “El acuerdo del siglo: los objetivos de Trump de un plan 99 % fracasado” escribe: La verdad es que el acuerdo del siglo es un plan ya fracasado, este plan no es entre palestinos e israelíes, sino que las partes del acuerdo son países árabe hebreos (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Omán) con EE.UU. e Israel. Ni el pueblo palestino ni ninguna de las organizaciones palestinas se han mostrado a favor de este plan. Incluso la ANP y Mahmud Abás no ha aceptado el soborno de 10 mil millones de dólares de Bin Salman para aceptar este plan. El fracaso de este plan es tan evidente que incluso los israelíes lo confiesan. El diario sionista Haaretz citando a un analista israelí escribe: “el plan de paz de EE.UU. ofrece a los palestinos un contrato financiero en vez de la continuación de la ocupación; los palestinos nunca venderán su causa a cambio de recibir miles de millones de dólares (conferencia de Baréin)”.
 
 
P/NA/RH