Feb 14, 2021 08:28 UTC

ParsToday-n el nombre de Dios, todopoderoso. Bienvenidos a otro episodio de nuestra serie semanal titulada “Camino hacia la luz”, que es un esfuerzo para que usted y nosotros nos familiaricemos con una explicación fácil y fluida de la Escritura final de Dios a toda la humanidad, el Sagrado Corán, que fue revelado a el último y más grande de todos los mensajeros, el profeta Muhammad (saludos sean para él y todos sus descendientes).

Comencemos con la aleya 11 de la sura Al-Ahqaf:
 
وَقَالَ الَّذِينَ كَفَرُوا لِلَّذِينَ آمَنُوا لَوْ كَانَ خَيْرًا مَا سَبَقُونَا إِلَيْهِ وَإِذْ لَمْ يَهْتَدُوا بِهِ فَسَيَقُولُونَ هَذَا إِفْكٌ قَدِيمٌ 
 
Los infieles dicen de los creyentes: Si hubiera sido algo bueno, no se nos habrían adelantado en ello. Y, como no son dirigidos por él, dicen: ¡Es una vieja mentira! (11:46)
 
Al comienzo de la invitación divina del profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes), aquellos que eran pobres, indigentes o esclavos, se convirtieron al Islam antes que los demás, porque no tenían propiedades e intereses ilegítimos que pudieran poner en peligro y no tenían el orgullo para que resistan ante el Profeta.
 
La tendencia de los estratos débiles de la sociedad al Islam, hizo que los líderes y ancianos de La Meca reaccionaran y dijeran que ésta es una serie de personas pobres e ignorantes. Si esta fuera una religión correcta, primero nosotros, que tenemos un mayor entendimiento y más poder y riqueza, creeríamos en ella.
 
Estas palabras arrogantes y lejos de la lógica de los infieles han sido por la arrogancia y desobediencia. Mientras que la raíz del problema estaba en ellos mismos, no en el Islam. Si las cortinas de la arrogancia y el orgullo no hubieran caído sobre sus corazones, si no estuvieran embriagados de riqueza, situación y las pasiones mundanas, si hubieran renunciado a su arrogancia y como los pobres, buscaban lo recto y lo correcto, ellos también se habrían precipitado a la religión y se convertían al Islam.
 
Por lo tanto, la continuación de la aleya dice que debido a que ellos no aceptaron la guía del Corán, muy pronto dirán que el Corán no es la palabra de Dios y como otros mitos antiguos, es un invento sin fundamento. Ellos acusaban el Corán para encubrir su incredulidad.
 
De esta aleya aprendemos que:
 
1. Los infieles se consideran más sabios que los musulmanes y piensan que su religión es mucho mejor que el Islam.
 
     2. Las acusaciones inadecuadas contra el Corán y el profeta del Islam, tienen sus raíces en la arrogancia y la terquedad, no en la lógica y el razonamiento.
 
 
 
Ahora escuchemos la aleya 12 de la sura Al-Ahqaf:
 
وَمِنْ قَبْلِهِ كِتَابُ مُوسَى إِمَامًا وَرَحْمَةً وَهَذَا كِتَابٌ مُصَدِّقٌ لِسَانًا عَرَبِيًّا لِيُنْذِرَ الَّذِينَ ظَلَمُوا وَبُشْرَى لِلْمُحْسِنِينَ
 
Antes de él, la Escritura de Moisés servía de guía y de misericordia. Y ésta es una Escritura que confirma, en lengua árabe, para advertir a los impíos y anunciar la buena nueva a quienes hacen el bien. (12:46)
 
En respuesta a las acusaciones hechas por los impíos de La Meca contra el Corán y el profeta del Islam y considerándolo un mito que no tiene fundamento, esta aleya dice que uno de los signos de la veracidad de este libro, es que el nombre y las características del profeta del Islam, se han mencionado en la Torá. Las aleyas del Corán también están en armonía con las aleyas de la Torá y se confirman entre sí. Esto indica que estos libros se han enviado de una misma fuente.
 
Aunque el idioma de la Torá es el hebreo y el idioma del Corán es el árabe, pero el contenido de ambos es invitar a la gente hacia Dios y seguir Sus órdenes y el propósito de ambos es luchar contra los opresores, advertirles y predicar la victoria y la felicidad a la gente justa y virtuosa.
 
 
 
De esta aleya aprendemos que:
 
      1. La revelación de las Escrituras, ha sido una de las tradiciones divinas a lo largo de la historia para guiar al ser humano. Estos libros se confirman y no se niegan.
 
     2. Un libro celestial, es un manifiesto de la misericordia de Dios y una sociedad logra la misericordia divina que el libro celestial se había convertido en su guía y líder.
 
     3. Creer en Dios, no concuerda con la opresión a los demás. Una fe es buena que concluya con la bondad y la caridad.
 
 
Ahora les presentamos las aleyas 13 y 14 de la sura Al-Ahqaf:
 
إِنَّ الَّذِينَ قَالُوا رَبُّنَا اللَّهُ ثُمَّ اسْتَقَامُوا فَلَا خَوْفٌ عَلَيْهِمْ وَلَا هُمْ يَحْزَنُونَ
 
Quienes dicen: ¡Nuestro Señor es Alá! y se portan correctamente, no tienen que temer y no estarán tristes. (13:46)
 
أُولَئِكَ أَصْحَابُ الْجَنَّةِ خَالِدِينَ فِيهَا جَزَاءً بِمَا كَانُوا يَعْمَلُونَ
 
Esos tales morarán en el Jardín eternamente, como retribución a sus obras.(14:46)
 
Estas aleyas representan la imagen de los verdaderos creyentes que los profetas y las escrituras han venido para entrenar a tales personas y dicen: esos monoteístas dijeron que nuestro Señor es Dios y se mantuvieron firmes en este camino. Obviamente, pronunciar ciertas palabras y frases, no es suficiente para creer en Dios, sino que, en la práctica también debemos actuar de acuerdo con lo que Dios Todopoderoso nos ha pedido y permanecer firmes en este camino. No debemos que perder nuestra fe por algunos problemas y desórdenes, dejar el camino de Dios y esforzarnos por recoger la riqueza y hacer nuestros deseos carnales. Especialmente en una época en la que abundan la corrupción, el desenfreno y la contaminación con el pecado, es difícil mantener la fe y no es posible sin perseverancia.
 
Por supuesto, Dios también recompensa a los verdaderos creyentes en este mundo y en el más allá y les da seguridad y paz en la vida de este mundo. Estas personas no tienen miedo de los acontecimientos futuros ni se lamentan por el pasado.
 
Por otro lado, cuántas personas ricas y poderosas que se encuentran físicamente cómodas, pero carecen de tranquilidad espiritual y psicológica y en ocasiones se refugian en todo tipo de pastillas y analgésicos e incluso narcóticos para aliviar sus tensiones y preocupaciones.
 
Además de la tranquilidad y la seguridad espiritual que es la recompensa de los creyentes verdaderos en este mundo, en el otro mundo también Dios colocará en el paraíso a quienes dan paso por el camino del monoteísmo y resisten al respecto; un paraíso que su amplitud no es entendible para el ser humano.
 
Allí los habitantes del Paraíso viven eternamente y disfrutan de las infinitas bendiciones del Paraíso.
 
Estas aleyas nos enseñan los siguientes puntos:
 
      1. Solamente expresar la fe y confesar al monoteísmo, no es suficiente, sino que lo más importante al respecto es la resistencia en su camino.
 
      2. Alguien que cree en Dios, no teme a nadie ni a nada excepto a Dios.
 
      3. El duelo por el pasado, se trata de personas que se extravían y se arrepienten, pero quienes se mueven constantemente en el camino correcto, no se arrepienten de su pasado.
 
Queridos oyentes, finalizado el tiempo de nuestro programa de hoy, nos despedimos de todos ustedes hasta una nueva emisión y esperamos sus opiniones y propuestas al respecto.
 
 
P/MK/RH  
 
 
 

 

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