Sep 15, 2019 08:05 UTC

ParsToday-En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados amigos de la voz exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados Camino hacia la Luz, donde conocerán los comentarios de las aleyas del sagrado Corán.

Primeramente, escucharán la aleya 7 de la sura Que perdona:
 
الَّذِينَ يَحْمِلُونَ الْعَرْشَ وَمَنْ حَوْلَهُ يُسَبِّحُونَ بِحَمْدِ رَبِّهِمْ وَيُؤْمِنُونَ بِهِ وَيَسْتَغْفِرُونَ لِلَّذِينَ آمَنُوا رَبَّنَا وَسِعْتَ كُلَّ شَيْءٍ رَحْمَةً وَعِلْمًا فَاغْفِرْ لِلَّذِينَ تَابُوا وَاتَّبَعُوا سَبِيلَكَ وَقِهِمْ عَذَابَ الْجَحِيمِ
 
Los que llevan el Trono y los que están a su alrededor, celebran las alabanzas de su Señor, creen en Él y Le piden que perdone a los creyentes: ¡Señor! Tú lo abarcas todo en Tu misericordia y en Tu ciencia. ¡Perdona, pues, a los que se arrepienten y siguen Tu camino! ¡Líbrales del castigo del fuego de la gehena!(7:40)
 
La semana pasada, explicamos que aquellos que no creyeron en  las enseñanzas de los Profetas, fueron destruidos a pesar de su poderío militar y su riqueza, como el Faraón y los imperios de Babilonia, y otras civilizaciones que alguna vez fueron poderosas, cuyas ruinas sirven como advertencias eternas para los pecadores e incrédulos en todas las épocas, además de ser un estímulo para los verdaderos creyentes de que nunca deben sentir desesperación ante las adversidades o llevar a la incredulidad de que el éxito radica en el poder, las riquezas, las mentiras, la opresión y todas las demás formas fraudulentas en que los arrogantes se entregan . En otras palabras, la fe y la verdad son los ganadores eventuales, mientras que los perdedores son las personas y poderes opresivos, para quienes existe un severo castigo tanto en este mundo mortal como en el Más Allá.
 
A continuación, la aleya que les recitamos ahora, da buenas noticias a los verdaderos creyentes de que nunca están solos y que no deben sentirse separados, ya que los portadores del Trono Divino y los ángeles celestiales, que siempre glorifican a Dios, le suplican que haga a los creyentes de fe firme victoriosos tanto en la vida transitoria del mundo mortal como en el Día de la Resurrección.
 
Quieren decir: ¡Nuestro Señor! Comprendes todas las cosas en la Misericordia y el Conocimiento, es decir, eres consciente de los defectos de tus siervos, y eres compasivo con ellos, así que perdona a los que se arrepienten y sálvalos del tormento del Fuego.
 
En otras palabras, por un lado, esta aleya les da a los creyentes noticias para mantenerse firmes en la fe sin sentir desesperación, y por otro lado sirve como una advertencia a los incrédulos para reparar sus malos caminos, arrepentirse, reformarse y buscar el perdón de El Señor Todo Misericordioso, para evitar el castigo divino, ya que su incredulidad o cometer pecados, no hace daño al Creador Todopoderoso en lo más mínimo, de la misma manera que Él no necesita su glorificación por los virtuosos.
 
De esta aleya aprendemos que:
 
1.- Es tranquilizador y esperanzador que Dios no deje a los creyentes solos, sino que inspire a los ángeles que lo glorifican, a suplicarle que los perdone por sus faltas y defectos, y por su fin virtuoso.
 
2.- Orar por los demás es altamente recomendado por el Profeta del Islam y los Imames Infalibles, como lo demuestra lo que hacen los ángeles, y Dios Todopoderoso otorga favores a los suplicantes.
 
3.- Es la fe y las buenas obras las que fortalecen el vínculo entre el Señor Altísimo y sus criaturas, y salva a los creyentes tanto de los males del mundo como de los tormentos de la vida futura
 
Ahora escuchamos las aleyas 8 y 9 de la sura Que perdona:
 
رَبَّنَا وَأَدْخِلْهُمْ جَنَّاتِ عَدْنٍ الَّتِي وَعَدْتَهُمْ وَمَنْ صَلَحَ مِنْ آبَائِهِمْ وَأَزْوَاجِهِمْ وَذُرِّيَّاتِهِمْ إِنَّكَ أَنْتَ الْعَزِيزُ الْحَكِيمُ 
 
¡Señor! ¡Introdúceles en los jardines del edén que les prometiste, junto con aquéllos de sus padres, esposas y descendientes que fueron buenos! Tú eres el Poderoso, el Sabio. (8:40)
 
وَقِهِمُ السَّيِّئَاتِ وَمَنْ تَقِ السَّيِّئَاتِ يَوْمَئِذٍ فَقَدْ رَحِمْتَهُ وَذَلِكَ هُوَ الْفَوْزُ الْعَظِيمُ
 
¡Líbrales de mal! Ese día, aquél a quien hayas librado de mal, será objeto de Tu misericordia. ¡Ése es el éxito grandioso!(9:40)
 
Estas aleyas, a continuación de las anteriores, se refieren a más invocaciones de los portadores del Trono Divino y los ángeles celestiales, lo que indica su humilde pedido de mostrar a los verdaderos creyentes Su Misericordia ilimitada, que Él ha prometido, salvándolos del tormento del fuego para hacerlos entrar, junto con sus padres, cónyuges e hijos, en la dicha eterna de los jardines del Paraíso.
 
A través de la larga e ininterrumpida cadena de Profetas, el Creador Todopoderoso y Sabio siempre ha dado estas noticias a la humanidad, mientras los creyentes le agradezcan sus favores, se arrepientan de sus errores y luchen por el camino de la virtud, mientras aquellos que vendieron sus almas a Satanás, ignoran estas noticias y continúan sus malos caminos entonces se vuelven merecedores del Castigo Divino.
 
La aleya número nueve, cita además a los ángeles celestiales como suplicando a Dios para aliviar los problemas y dificultades de los creyentes, incluido el tormento del Día del Juicio, ya que alcanzar la Divina Misericordia es el mayor éxito.
 
 
 
En resumen, la liberación suprema es que los penitentes son absueltos de los pecados, salvados de los tormentos y los males, se vuelven merecedores de la Divina Misericordia y les otorgan los placeres eternos del Paraíso, junto con sus seres cercanos y queridos.
 
De estas aleyas aprendemos que:
 
1.- Orar por los demás es el camino de los ángeles, los profetas, los imanes, los santos y los virtuosos; lo que significa que en lugar de desear mal a quienes cometen errores, debemos rogarle a Dios por su guía y perdón.
 
2.- A menos que uno esté limpio de pecado y sea perdonado por Dios, él / ella no podrá entrar en el paraíso.
 
3.- El mayor éxito es la salvación en el más allá.
 
 
 
P/MK/RH